—Volvía a temblar por el recorrido de su lengua y el ligero ardor de la saliva, terminando en un suspiro de gozo, acercándose a rozar los labios en un coqueto beso escurridizo.—

No debes contener tu deseo, márcame cuanto quieras, llena de ti todo mi ser. Quiero presumir con orgullo la evidencia de tu amor y deseo en mi cuerpo~

—Lo encuentro necesario y al mismo tiempo provoca placer en mi, verte con mis marcas estimula mi cuerpo justo como lo hace el perfume natural que despide tu cuerpo — Paso su lengua por la marca que había dejado en su cuerpo. —Tengo un fuerte impulso de querer marcar todo tu cuerpo. . . no quiero hostigarte, pero no puedo evitarlo, soy nuevo en el amor ni yo imagine ser así con alguien —

—Soltó un leve jadeo por aquella mordida, haciéndolo estremecer y aferrarse un poco más en el abrazo, tensando por un momento su cuerpo.—

Me encanta cuando dejas tu marca de pertenencia~

—No te soltaré. . .— Aquella posición no fue impedimento para morder uno de los hombros descubierto del dragón que con el acto audaz había sido descubierto cuando la holgada prenda resbalo fe su hombro, era realmente liviano aquel cuerpo que cargaba, facilitando cualquier acción.