No considero la intensidad de sus acciones, simplemente quería devorarlo con ese beso y tomar de él lo que tanto deseaba y no pudo durante ese largo tiempo de separación, pero logro reaccionar antes de que el dragón se ahogar, se separó de eso carnozos labios para dejarlo respirar, abriendo en el proceso lentamente los ojos para poder contemplar ese provocativo rostro, no detuvo las acciones de su mano, continuaba mientras le veía al rostro y con su mano libre acomodo al dragón sobre la cama, recostando lo sobre esta para después colocarse encima de él, aun dudaba en que el dragón se quedaría quieto, es por eso que busco la manera de impedir su escape. —¿Algo ha cambiado en ti, no es así? Una vez me dijiste que aquel calor que sentías en mi había desaparecido. ¿Aun es así? Dilo, quiero escuchar tu voz— Lo hacía por gusto, pues escuchar su voz entre jadeos no excitaba demasiado.