—Cubría sus labios, tratando de mantener al mínimo su voz por lo que estaba haciendo a plena mañana. Aún negado a todo, su cuerpo también tenía necesidad, tratando de aliviar un poco el calor por la abstinencia.—
E-eres una bestia en celo, e-eso sólo aplica contigo.
—Musitó suavemente al escuchar tal afirmación, negando suave y terminando por velo acomodarse, sorprendido pues, al ser bastante que dejaron de intimar, incluso había olvidado el tamaño real del vampiro. Sabía que era bien dotado pero no recordaba cuánto; sintió incluso algo de miedo pues, en su misma abstinencia, estaba seguro que iba a ser difícil, pero no pretendía negarse luego de tanto tiempo necesitandolo, deseándolo.—
Aguardo a oír su respuesta, una bastante evidente, aun así el calor en su cuerpo iba en aumento, se irguio luego de estar en 4 sobre el dragón, su actual posición de rodillas sobre la cama dejaba ver claramente aquel bulto que parecía aumentar de tamaño bajo su pantalón, palpitante y húmedo por culpa del pre-semen que fluía de su miembro ante la excitación de ver el cuerpo desnudo del dragón. —Tienes una voz que podría excitar a cualquiera — Se relamio los labios cómo animal, altivo y burlesco al mostrar esa sonrisa ladina propia de un hombre al quiebre de la locura, pues aquel que yacia bajo de él era capas de exponer su lado perverso y lascivo, comenzó a desabotonar su pantalón, antes retiro su cinturón y prosiguió a bajarlo junto con su ropa interior, su erecta y dura verga se mostró imponente, con venas surcando toda la extensión, y ese vigoroso aroma de hombre en celo.
—Al separarse finalmente de ese beso tan demandante y voraz, respiraba agitado, en la mezcla de jadeos y el recuperar aire a la par, terminando por mirarlo fijamente.—
C-caín...
—Murmuró suave el nombre del vampiro, antes de acabar impedido debajo de su cuerpo, soltando un leve quejido mezclado entre los suaves gemidos que escapaban de su garganta, aumentando de nuevo el cosquilleo en su vientre por el placer, haciéndolo removerse un poco.—
E-estás... estás helado ngh!~ Tu mano es... helada... Caín~
—A pesar de lo dicho, era mentira. Ese frío de su piel, para el dragón era un sofocante calor que estaba nublando su mente poco a poco, buscando el soltar sus brazos y cubrirse el rostro, no quería darle el gusto de verlo perdido en éxtasis.—
No considero la intensidad de sus acciones, simplemente quería devorarlo con ese beso y tomar de él lo que tanto deseaba y no pudo durante ese largo tiempo de separación, pero logro reaccionar antes de que el dragón se ahogar, se separó de eso carnozos labios para dejarlo respirar, abriendo en el proceso lentamente los ojos para poder contemplar ese provocativo rostro, no detuvo las acciones de su mano, continuaba mientras le veía al rostro y con su mano libre acomodo al dragón sobre la cama, recostando lo sobre esta para después colocarse encima de él, aun dudaba en que el dragón se quedaría quieto, es por eso que busco la manera de impedir su escape. —¿Algo ha cambiado en ti, no es así? Una vez me dijiste que aquel calor que sentías en mi había desaparecido. ¿Aun es así? Dilo, quiero escuchar tu voz— Lo hacía por gusto, pues escuchar su voz entre jadeos no excitaba demasiado.
—Trataba de negarse al beso pero era como veneno entrando a su garganta, nublando su mente y volviendo a caer a la merced del vampiro como tiempo atrás. Por dentro se maldecía de ser tan fácil, sin embargo no podía negarse a él por más que quisiera, era imposible cuando su cuerpo y corazón lo habían anhelado tanto desde su separación.
Sus labios, de forma torpe a comparación ajena, respondían y se amoldaban a demanda ajena, sintiendo la invasión a su boca con aquella lengua que se enredaba con la propia, logrando arrancarle algunos suspiros y jadeos leves hasta que no fue lo único.—
Mn... C-ca nhh~
—Trató de separarse un poco y hablar, durándole poco el gusto de recuperar aliento cuando sintió aquellas caricias que, aún con su tacto helado, parecían quemarle el cuerpo por donde pasaran, jadeando de nuevo al sentir su miembro apresado, estremeciendo y sujetándole con algo de firmeza de los brazos.—
Su boca se endulzó con la saliva del dragón, al mismo tiempo que sus labios eran cubiertos con ese mismo fluido mezclado con el propio, su beso se volvió mas demandante y profundo, invadiendo la cavidad bucal ajena con su larga lengua que comenzaba a hurgar aquel húmedo lugar, mientras tanto su mano, la que antes había arrancado las prendas del dragón comenzaron a recorrer el cuerpo de este, hasta detenerse en su pelvis, envolviendo el miembro del dragón con sus dedos, hasta el momentos solo le otorgaba suaves masajes buscando cubrir toda la extensión con sus fluidos, antes de iniciar movimiento envolvente un poco mas intenso.
C-caín... te lo... te lo advierto por última vez. No me toques...
—Musitó, titubeando a pesar de querer demostrarse amenazante, terminando atrapado y cerrando los ojos por un momento, negándose a mirarlo fijamente.—
N-no... no voy a...
—Terminó callado cuando fue sujetado del mentón, observándolo fijamente por primera vez desde que lo volvió a ver ahí, perdiéndose en automático en aquellos ojos que tanto trató de evitar. No se negó a sus labios, apenas soltando un suspiro leve antes de responder lentamente, cerrando los ojos de nuevo y sintiendo el rozar de la tela al ser arrancada, estremeciendo y temblando un poco, alzando sus manos para apoyarlas al torso del vampiro.—
—Hablas demasiado y no es el momento para eso, menos aun cuando estoy demasiado duro— El estado actual del vampiro le impedía concentrarse en otras cosas que no fueran el satisfacer sus necesidades. Cuando tuvimos acorralado al dragón contra el respaldo de la cama, ahí lo sometió por el mentón para mantener su rostro quieto. —Mirame— Ordeno con aquella gruesa voz mientras su lasciva mirada seguía sobre los ojos del dragón, en cuanto su otra mano rápidamente se condujo a tomar una de las prendas contrarias y con un solo movimiento halo de esta rompiendo la misma tela que lo cubria y continuo con el resto hasta deja completamente desnudo al dragón, mientras realizaba aquella acción unió sus labios bruscamente con los ajenos.
—Aquellas palabras le resonaron en la cabeza ¿Hace mucho? Imposible de creerlo tratándose de él. Lo miraba incrédulo, manteniéndose pegado al respaldo de la cama.—
S-si te acercas más, voy a golpearte, Caín...
—Amenazó, de forma casi inocente, como si no conociera que ese tipo de amenazas no surtían efecto en él, más cuando el dragón era incapaz de atacar y lo sabía bien. Se tensó de nuevo, sonrojado hasta las orejas, retrayendo las piernas y buscando de reojo sitio por dónde escapar a pesar que ya era doloroso mantener aprisionado su deseo.—
H-hablo en serio, Caín... No...no soy una concubina para que me...tomes cuando quieras...
La imagen del dragón fue algo nuevo y satisfactorio de ver, aquel temor que se había presentado en él por primera vez incentivo su libido, ignorando las palabras ajenas, no le preocupaba su hijo, él estaría bien y ausente por algunas ahora. —Hace mucho que no follo y estoy en mi límite. . . podemos hacer esto de la manera fácil si eres cooperativo y abres tus piernas para mi, o puedo simplemente obligarte — Al ver aquellas relucientes escamas no puedo evitar mostrar una sutil sonrisa, ante el encanto producido por aquella belleza que hubiese aumentando en el dragón. —Eres inmensamente hermoso — Perdido en su belleza subio a la cama y cómo si de una fiera se tratara avanzo ágatas hasta el dragón.
