—De su tiempo conviviendo con aquel noble coreano, logró aprender una canción que parecía ser muy importante para él. Aprendió poco coreano entonces, logrando entender la letra y, a pesar de ser una tras otra estaca al pecho, el dragón disfrutaba de volver a cantar y expresar sus sentimientos en ella, pues se sentía tan reflejado con cada frase.—