Su aura es difícil de esconder para otros seres, creo que es evidente que ninguno de los dos somos humanos~

—Respondió con sutileza y la suave sonrisa en sus labios, avanzando un par de pasos al interior, lejos de aquel barandal que le daba una hermosa vista del exterior en esa época del año, terminando por tomar asiento para invitarlo con una sutil seña de su mano.—

¿Preocuparle la calma? Es curioso, la primera vez que escucho algo así~
No está amenazado aquí, debería relajarse, la naturaleza es perfecta para ello~

[code] *Rió levemente, mostrando una sonrisa tranquila pero no falsa como en otras ocasiones, está vez estaba más sereno y su visita era casual con intriga para ser sinceros.

Llevo su diestra a la altura de su pecho, en forma de una sutil reverencia de agradecimiento por recibirlo y respondió gentil.

— Pensé que para recién conocerme y saber que no solo soy un simple mayordomo, lo sabría perfectamente. ~

Retiró la mano de su pecho y extendió la misma para atrapar un par de hojas que caían debido al tiempo estacional. *

— ¿Debería preocuparme tanta calma?[/code]

—Vio su silueta, delgada y alta, terminando por levantarse con calma para acomodar sus prendas y cabellos, sacudiendo aquella hojarasca de encima, mostrando una tenue sonrisa por la llegada del demonio.—

Realmente no esperaba que al final fuera a venir hasta aquí... Aunque, aún me pregunto ¿por qué?

—Musitó con calma, realizando una reverencia por cortesía y saludo, volviendo a erguirse luego de unos segundos.—

[code] *Sus pasos serían lentos y acompasados, no deseaba despertar a su pequeño o ser inoportuno con los deberes que aquel dragón solia realizar. Mas si bien había quedado con aquel ancestro en anunciar su visita, Sebastian no se media en imprevistos y actuaba conforme su lado demoniaco le dirigía. *

— ¿Aburrido? Siento mi demora aunque creo que es bastante temprano. [/code]