—Había encontrado una pequeña mariposa bastante peculiar, rondaba por los alrededores y, aún en el bosque, jamás vio nada similar a esta.
Tenía un encantador plateado por todo su cuerpo, aquella leve luz que sin duda la hacía llamativa, más cuando se posó sobre si dedo y la pudo admirar mejor.—
¿De dónde haz venido...?