No puedo cambiar la historia, tampoco volver al pasado...
Pero puedo retomar parte de mi vida de aquel entonces...

—Musitaba suavemente, con su pequeño hijo a sus espaldas al llevarlo fuera de casa, a conocer el bosque, su hogar.— No soy más un guardián... Aún así, si puedo seguir cuidando de este bosque aunque sea de manera diferente, continuaré. —Agregó, platicaba con el menor quien sólo miraba curioso y se mantenía acunado en aquella peculiar cangurera a sus espaldas.—