—Aquellos pétalos envolvían su cuerpo, parecían querer enterrarlo entre el montón mientras más y más caían. Poco a poco, los pétalos se confundían con la sangre, su cuerpo dolía, se sentía frío, cada vez más. Lograba escuchar leves murmullos, casi como si una voz pasando de la muerte lo llamara, lo buscara... Fue entonces que despertó, agitado, mirando su alrededor, su habitación vacía y el sudor frío cubriendo su cuerpo. Una pesadilla, un sueño quizá, no estaba seguro.—