Bueno, eso lo veremos cuando empiecen las clases, maestro~

—Musitó calmo, tomando ese momento para relajarse un poco más.—

-Arruga un poco el hocico, aunque sonrie por la caricia que le ofrece el mayor, estando de acuerdo con lo que dice- Tengo mucha paciencia... al menos eso quiero creet.

No es ningún trabajo... Además, ocuparás un buen sitio para descansar luego de que te deje agotado con tantas clases~

—Riendo un poco, le acarició la curvatura del hocico.—

Por favor tenme paciencia.

Pues... no dejo de ser algo grandecito aunque me encoja, tu cama es solo para uno, no? No podriamos compartir. - se queda pensativo por unos momentos, terminando por rendirse y aceptar- Bien, dejare que me acomodes en algun lugar, pero en serio no es necesario tanto trabajo.

¿Demasiado de la cama? ¿Por qué?

—Riendo, negó un poco. Era su invitado. No pretendía tenerlo en el suelo, menos sin una alcoba por lo menos.—

Anda, acepta que te ponga cómodo~

Oh, no podría, me llevaría demasiado de la cama - responde negando varias veces con la cabeza no entendiendo que su amigo lo que estaba era bromeando con el- Estoy bien durmiendo incluso en el suelo.

No es ningún problema para mí, en verdad~
A menos que quieras dormir conmigo.

—Musitó lo último en broma, riendo leve.—

No tienes que preocuparte por eso, yo puedo dormir en esta forma en cualquier lugar, asi que no necesito una habitacion propia -responde decidido- No quisiera causarte problemas, se que tu casa es pequeña y esta acostumbrada para ti.

Ahora que lo pienso... Si estarás aquí enseñándome, adaptaré una de las alcobas para ti~
La casona está vacía, sólo tiene mi alcoba, la sala de pergaminos y la cocina en función.

—Musitaba suave, preguntándose cómo le gustaría para estar cómodo.—

-Se acurruca sobre el regazo en cuanto lo coloca alli, gruñendo por lo bajo tranquilamente, de verdad que le gustaba mucho pasar tiempo con su amigo, y ahora pasarian mucho mas tiempo juntos gracias a las clases de magia-