—Debido al celo, el mantenerse sólo encerrado no ayudaba demasiado.
Terminó por tomar una decisión algo precipitada pero que sería funcional; en largos vendajes realizó escritos cual pergaminos, de retención más que nada, terminando por dejarse envolver en este.
El caso era mantenerse quieto hasta que el celo llegara a su fin ¿Cómo se liberaría después? Ni idea.—