—Mirando las flores, sonríe y observa al pequeño, suspirando para terminar negando —

En verdad...

—Va a buscarlo para darle algo apropiado de comer.—

-No entendió de lo que habla el es rudo incluso con d su forma fea, en cambio le dejo unas flores que pensaba darle a la estatua del príncipe antes de salir corriendo a esconderse en algún basurero y de paso tal vez encuentre comida para el -

Me refería a tus facciones, no a tu fuerza. Tienes facciones delicadas y luces adorable ¿Es a caso malo decirlo?~

Repite a quien llamas delicado, sobreviví a ser arrastrado por algunas calles dentro de una bolsa amarrada al final de un carruaje de tos velocidad aún así sali caminando... Sin importar los huesos rotos. Repite lo delicado....


-Entre cerró los ojos, no podía ignorar ese detalle -

Es bastante delicado, pero es lindo~

—Sonriendo, bajó al pequeño infante de sus brazos, acariciándole los cabellos.—

No estaría seguro conmigo, parece ser un joven humano. Mi forma de vida y mis pequeñas crías amantes de la carne le afectarían bastante.

Se coloco sus lentes y termino por acercarse más al infante para verlo con más claridad. —Es verdad, es un niño. ¿Y que harás con él? ¿Lo adoptaras?—

No es una niña, querido~
Es un pequeño huérfano, tan adorable pero maltratado por el mundo.

—¿Quien es la niña?— Eso supuso por los rasgos finos que poseía y propios del sexo femenino.

Si nadie lo quiere yo lo recibo

-le hace falta hijos?-

—Con una gota, sólo los observa en silencio.—