Realizo una mueca, una bastante infantil mientras se recargaba en la vieja silla de madera. No pretendía ir mas verlo pasar y retirare a ese sitio lo hizo levantarse e ir tras de el. Se quedo al marco de la habitación de aseo mirándolo de reojo, por dentro se moría, su mente lo llevo a ese pico alto de imaginación. Verle el rostro completo era total delicia que no podía borrar la sonrisa que tenia de por medio, esos colmillos deslumbraban siendo la perfecta armadura contra el su dicho castigo del silencio... Se arrimo cercando la puerta al retirarse de ella, se coloco a alado y se atrevió a meter las manos justo cuando el lo hizo...el agua era fría mas el mayor no. Sus extraños instintos no pudieron esperar mas para mínimo recibir algo que fuera hurtado, como debía de ser, como se crió importándole poco ser reprimido con uno de sus sermones.

No se si debería quedarme, no quiero incomodar. De estar cansado y quiera descansar. -Comento mientras intentaba no caer ante su amabilidad. -Oh eso, gracias...- Miro de reojo al bandido - puedo quedarme, pero solo hasta finalizar la cena, es tarde y debo retirarme lo mas temprano que se pueda. Nuevamente muchas gracias y disculpe mi intromisión.- Dejo pasar al mayor- Pondré la mesa de mientras regresan- despidió a ambos quedándose ahí para servirle a los hombres una vez regresen.

-Bienvenida joven doncella Mei- saludo uniendo sus palmas a la altura de su pecho inclinando su cabeza a modo de reverencia.

Había ignorado explícitamente al menor -Por que no osa acompañar nos en está velada- sugirió -ya que estos alimentos han sido preparados por usted- invito a la joven a cenar con ellos -ademas esto huele delicioso, me complacerá alabar a la cheff en el momento- sonrió a la chica esperando que está no se fuera.

-Xue ve alabarte para cenar- dijo dando pie a delantarse el primero después de todo venía de una cacería nocturna sin duda necesitaba asearse antes de sentarse a comer.

-Los miro sin interrupción percibiendo que su amigo estaba jugando con fuego, no era la manera mas correcta de dar la cara después de 5 días a tu pareja. Acallo sus palabras por respeto al dueño de la casa. En cuanto el bandido le robo otro de sus dulce alejo la bandeja dejándola a lado de la estufa. -No mas dulces para ti señor Xue- agrego para caminar a costado "del mayor", pues seguro ella les tumbaba los años con pocos de los suyos a ambos juntos. - Hola, soy Mei Li, encantada de conocerlo al fin maestro Xiao- agrego con modales pues estando relacionada con el grupo de cultivadores conocía que algunos aun sostenían los modales a tope.- Me tome la libertad de acompañar a su amigo, prepararles la cena antes de retornar a mi hogar. Se que deben hablar de muchas cosas y mi tiempo aquí a finalizado- reverencio- con su permiso- despidió y se atrevió a ver a xue con una sonrisa. Ella se lavaría las manos tal como a Cheng hace unas horas. Despidió y salió mas pronto que nunca-

...Su cultivador preferido entrar por esa puerta. Dentro de u pecho se sintió la emoción mas su mala razón y naturaleza hostil le dejo encadenado a la silla. Trago el dulce sonriendo con descaro al implantar malos sentimientos por un mal entendido como ocurrió una vez fuera de la cabaña. <Divertido>

El susurro fue muy lejano para poder entender que fue, no le vio importancia por el momento así que fue directo al grano. -Bienvenido Daozang, ella es...- Rio - Una amiga que se ofreció a preparar la cena de hoy ¿verdad?- se rio mientras robaba otro de los dulces y devorarlo con tan descaro, como si la imagen de una mujer en casa formando una imagen de malentendidos bastante denso.

(2-2)

Tenia dibujada una sonrisa al oírla hablar de una manera tan desequilibrada. Traía a su cabeza la aventura que había arrastrado hasta ahora oculta del "mayor beneficiado". Los 5 días fuera de "casa" habían valido la pena aun con el gran costo de su sacrificio, de tomar el riesgo de frente y saborear la victoria aun sin saber que todo esto tendría un resultado mayormente positivo. Después de todo aun debía un gran favor al líder de la secta Y. Jiang, uno de los contactos clandestinos sabia de el y a saber de donde habían estado dentro ese par de joyas que había previamente escondido en x lugar.

-No me soprenderia que desquitara su experiencia contigo, en fin el se lo perdió. Todo aquí se ve bastante bien- Desvió su mirada hacia la bandeja donde los dulces estaban. Y en cuanto le ofreció uno no dudo en mostrar su dentadura y clavarle el diente. Con honores desprendió gran parte del dulce y se alejo de manera egoísta comiendo el manjar, que por poco se le cae al ver a...
(1-2)

Regresaba de la caza nocturna,caminaba despacio con ganas de no llegar a una casa vacia, pues hacia ya mas de 5 noches que el aludido no aparecia, habia decidido permanecer hasta que terminara de limpiar la zona y sus alrededores, sin la evidente molestia y con tiempo de sobra lo habia logrado.

Como decidio partiria al día siguiente con los primeros rallos del sol, ya no había nada para él en estas tierras que fuera valioso y su trabajo termino.

Apenas cruzo la cerca de la casa de muertos escucho ruido, voz lejanas conforme se acerca esa voz se hacia mas pronunciada.

- ¿una mujer? - cuestiono el de túnicas blancas tal vez una viajera y asi como ellos en su momento ahora buscaba un refugio, mas se detuvo estático a una mano del pomo cuando escucho la voz del hombre.

Sujeto la puerta e ingreso a su "hogar"

- Pensé que no volverías... - susurro para después - Tenemos visita quien esta joven doncella?- cuestiono dirigiendo se a donde sentía la presencia de la chica.

No, no, no. Mi compromiso era contigo. Prometí llevarte y traerte de regreso con tu sabes que. El, ya es grande y seguro me sermonearía todo el camino sobre las cosas que le hicimos ver en nuestro pequeñísimo viaje! La verdad es que me la pase de lujo y ese sentimiento de suspenso. Deberías invitarme mas seguido que mira que te compenso bien.

-Sonríe mostrando sobre la bandeja de madera un conjunto de minis Nian Gao-

Y por cazar el pato te adelantaras con uno! -Toma uno de la bandeja y se lo da a probar- Di a!

A estas horas la vieja cabaña se encontraba alusada, cálida y con un delicioso aroma a cena hogareña. Por primera vez la estufa de leña batió un récord de funcionalidad en esa casa. E incluso se habían dado la tarea de poner todo en orden por encima de la cocina. Por ningún motivo el ladrón permitiría tocar sitios especiales.

-Debiste haberte ido hace horas o pegado con el lider de la secta Yummeng Jiang-

Agrego mientras estaba sentado en una de esas viejas sillas. Si no la había corrido era por que cada minuto valía la pena. La mesa estaba llenándose de platos tradicionales.