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@Xue Yang
 
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Al escuchar su nombre el cultivador demoníaco sonrió, pero de manera divertida y maliciosa a la vez que se burlaba de dicha coincidencia. <<Hum interesante, un hombre incapaz de mentir y dañar sin motivos, que ironía, cuando el mundo estaba a punto de salvarse de mi has llegado tu. Quien elimina el mal ahora lo cuidara. Que divertido...>>

-Como sea, si evitaras que muera no te voy a detener. Pero que quede claro que el resultado sera tu culpa- Agrego de manera despreocupada. Dando a entender que su vida ahora dependía de el, no, realmente era otra cosa pero son temas que no se tocan. Solo se estremesio tensando la mandíbula ante el dolor. - ya no importa buscar culpables, solo deseo recuperarme y seguir por mi mismo- claro, como ya había cobrado caro no le dará detalles.
-Permite me- menciono sumergiendo una de las toallas que habia conseguido en la cubeta de agua que momentos atras dejo en el suelo , humedeciendo dicha prenda para asi comenzar a limpiar las heridas ajenas -no es necesario que me respondas pero que hacias en medio del bosque a si de herido, fusite victima, podemos buscar al culpable de que terminaras asi- ofrecio el cultivador sin descuidar ni un momento su labor.

[2]
Al regreso el joven en cama habia despertado, siendo bombardeado con preguntas por el contrario -Tranquilo no te hare daño- extendio las cosas en sus brazos para que el joven viera sus intenciones de curarlo -Disculpa mi nombre es Xiao XingChen, soy un cultivador errante- menciono dejando las cosas a un lado sobre la mesita lado de la cama, para dar dos pasos atras y extender sus brazos haciendo un semi circulo para unir sus palmas frente a su pecho , inclinando su torzo en una clara reverencia a 45 grados. -Permite me cuidar de ti, yo sanare tus heridas despues podras marcharte- dijo regresando su postura y acercandose a la silla lado de la cama, silla que el mismo habia colocado ahi momentos antes de que el joven reaccionara.

[1]
Se fijo en el cultivador rebelde <<¿Sera acaso?>> La imagen concidia con los chismes que en toda China pasan mas rápido que el correo. Y solo habría una forma de saberlo, preguntar o buscar a la famosa Shuanghua...

-¿Por que te molestarías?...¿Trabajas para alguien?- Debía estar al tanto de eso y mas, si volvió a tener conciencia no permitiría que se le fuera la oportunidad de redimirse por estar mal informado- ¿Dónde estamos y quien ere?...- agrego mientras lo veía mas cerca. Usaría una careta de actitud defensiva para encubrir su objetivo de investigación. Al parecer solo era el, un hombre ciego dentro de un simple lugar.

(PART 4-4)
La vista se nublo a tal grado de no poder distinguirlo bien, sus palabras fueron oídas y no escuchadas, obviamente no habría respuesta ni siquiera al dolor por el tacto. Nada de lo que vino después fue grabado en su memoria. Termino siendo llevado por un propenso enemigo hasta aquel lugar, dejado sobre la cama y con la necedad y resistencia por los años volvió a tener algo de conciencia.

Ahora la superficie era cómoda, mas amable con sus heridas. Se removió con queja y confusión sintiendo venir a alguien...Busco con su mano aquella espada pero no había nada...Era "un asesino sin su pareja de baile" ¿Qué insulto era ese? .. Pero en vez de un golpe mortal le vendieron una nueva esperanza, una razón mas para continuar sus malos pasos.

](PART 3-4)
Paso cansado y lento balanceandose, su mirada desenfocaba y conforme pasaba el tiempo se sentía cada vez mas pesado, lo doble, lo triple, Xue no pudo mas y termino desplomándose a lado de una pila de rocas... Fue ahí que lo escucho, una voz madura venir desde el camino principal. -Maldición, lo que me faltaba- No tenia la fuerza para desenfundar a Jiangzai. No tenia caso. Solo se mofo entre su delirio. Su cabeza decayó apenas notando una figura blanca venir a el. Cargaba con algo en la espalda, esperaba que fuera un arma y ser a masacrado como debía morir. En manos de alguien fuerte para no quedar como un completo perdedor.

(Part.-2-4)
Maldita fue la hora en que se rindió ante el dolor, su cuerpo cayo desplomado debido a las heridas, pensando así que sus días habían sido contados. Que moriría a causas tan patéticas y poco satisfactorias. El gran demonio que desato el amasacre derrotado? Inaudito!...Su espíritu aun deseaba bañarse en sangre, saciar sus sentidos de suplica y gemidos, ser cruel y despiadado para llenar el hueco que lo quebró en su niñez. La venganza era algo que lo motivo desde hace años y carga con orgullo hasta ahora...No se rendiría así de fácil, haría que su voluntad lo encaminara hasta X punto de las afueras.

(Part-1-4)
Al ingresar encontró una cama vacía colocando al joven en ella, con cuidado se dirigió a buscar los utensilios para cuidar de el, debió tardar un poco más de 40 min antes de localizar todo y volver paños y una cubeta de agua, el joven en la cama se retorcia.

Sus gruñidos y el tacto con el que lo había cargado dedujo que era un joven de cercas los 20.

-tranquilo yo te sanare tus heridas-
-Ahi alguien ahí? Estás herido puedo ayudar-

Más no hubo ni un solo sonido, con determinacion retrocedió unos pasos y se dispuso a levantar sus sentidos identificar hasta la última roca y justo ahí detrás de la roca pudo escuchar y persibir el último aliento de lo que parecía una persona joven, con calma se acercó tanteando el terreno hasta que llegó a el, palpando se dio cuenta de las heridas además el olor a sangre se hizo más profundo -no tengas miedo yo te cuidare- dijo no muy conciente de si la persona lo escuchaba probablemente estaría inconciente por la falta de sangre aún así lo levanto y cargo en su espalda inciando un paso apretado para llegar al pueblo, en las orillas pregunto por una casa de muertos, al fondo del pueblo retirado en el bosque se encontraba la casa , el ataúd de muertos.
Esa mañana salió de una cueva dispuesto a continuar su sendero hacia el pueblo más cercano, según un campesino que encontro un día antes le indico por dónde seguir y que le tomaría un día más llegar al pequeño pueblo, con nada más que sus armas de batalla salió al campo siguiendo su ruta, en el camino encontró un árbol de manzanos y con su nivel de justicia tomo un par y dejo bajo el árbol una moneda de plata justo lo necesario y de sobra por el alimento que había tomado, una pieza la guardo en sus túnicas mientras la otra la degusto hasta ni dejar nada.

Continuo su camino, el pueblo cada vez estaba más cerca no tardaría ni medio día en llegar, pero su andar se vio detenido por un impersistible olor a oxido haciendo que por automático se detuviera y alzará la voz por primera vez

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