Tenía una forma extraña de agradecer si es que eso podía interpretarlo como tal, al menos que quisiera usarlo le daba la señal de que le había gustado. Así que así lo hizo, tomo el broche y lo coloco en su cabello con delicadeza y una vez que lo hizo se apartó cruzando sus brazos. — Listo ~
-Abrió la caja y por unos segundos miró el contenido. Sacó el adorno y lo levantó a la altura de su rostro, era en realidad precioso, no pudo evitar una sonrisa en sus labios. De inmediato se acercó a ella y se colocó de espaldas, ofreciéndole el broche.- Quiero usarlo. -Ordenó.
Le miró espectante, movió ligeramente su cola. Esperaba que le gustara, no era la gran cosa, al menos así lo sentía Kate, era un adorno para el cabello que le había recordado a ella al verlo.
—No me molestan los obsequios, es lindo...— Se mordió ligeramente el labio inferior, tratando de ocultar la emoción que sentía mientras quitaba el lazo de la caja y la abría.
No es la costumbre...— Agachó sus orejas y carraspeo un poco. — Lo encontré y pensé que podía gustarte. Ya no me molestes con eso...— volvió a esa firme postura de siempre y suspiró.
