En su mirada nació un destello de excitación. El impulso por tocarla también era alto; claro, esa mujer de cabellos oscuro y mirada tenía una energía sexual muy atrayente. Vexanna no podía negarse a seguirla al auto, sólo por esa vez rompería las reglas.
— Me daría gusto conocer tu hogar.
La ahogó en un beso marcado por la intensidad de esa rubia ardiente de ganas. Qué extraña pero adictiva sensación, hace mucho tiempo no quería probar tanto a alguien.
La tomó de la mano, pero ésto duró sólo un par de segundos. No podían ser vistas así, entonces sólo se acercó susurrandole al oído.
Se centro en esa succion dónde produjo un roceton en esa piel. Acomodo el móvil en dirección a sus labios asintiendo mientras esos orbes de serpiente miraban a esa chica comestible.
— Adiós.
Tranco la llamada al presionar un botón, guardo enseguida y volvió a besar esos labios sacando sus dedos traviesos de esas entrepiernas.
— Odio que me interrumpan en la mejor parte...
Musita en esos labios. Pero que ganas tenía de tocar a Vexanna.
— Tengo un auto... Puedo llevarte a tu departamento o si quieres vamos al mío
Ya no pensaba en si era correcto o no que Vexanna cogiera con la profe de Filosofía y tampoco problemático en darle contra el techo a su estudiante favorita ~ solo quería pasar con ella una buena noche.
La mirada de la rubia no fue hacia el móvil que las había interrumpido. En todo momento se mantuvo mirando cada rasgo de ese lindo rostro mientras ella hablaba, jadeando suave por lo intenso de aquel momento.
Fue entonces que por primera vez se sonrojó ante Devana, sintiendo ese toque muy peligroso sobre su ropa interior humeda. Oh no...~ Tuvo el leve impulso de detenerla, su mano apretaba la parte alta de el brazo que sostenía el celular.
No dijo nada, sólo cerró sus ojos por la succión en el cuello. La profesora era muy osada por hacerle eso. Muy valiente.
No resistía, el deseo se apoderaba de ella por Vexanna, devuelve esa lamida callandola y besándole, la apoyaba para que no escapara en esa pared. Sin embargó, una leve interrupción sonaría en el móvil de Devana.
— Hmg...
Jadeo de mal humor rompiendo aquel beso, tomo su móvil del bolsillo de su pantalón observando de quién se trataba "Prof.William".
— ¿Que mierda quiere?
Parecía que cuando se trataba de ese hombre Devana se ponía de malas ¿Por qué sería?. La azabache hizo un gesto con su índice en sus propios labios callando a Vexanna, contesto.
— ¿Si?
Se escuchaba la voz del varón a la lejanía del móvil, Devana no se quedo quieta, fue subiendo aquel vestido tocando el sexo de la rubia, está estaba mojada ~ los orbes de Devana se colocaron como serpiente en celo, deseosa. Sus dedos tocaban sobre esa prenda que molestaba e impedía avanzar en el interior de Vexanna.
— Ahora estoy ocupada. Si... Vale.
Su rostro fue dejando lamidas y una succion al cuello de
— La sonrisa de victoria y placer era la protagonista en ese atractivo rostro de la rubia. Se salió con la suya, tenía a la profesora justo donde había deseado. Probar sus labios era un gusto prohibido, tan tersos y femeninos; el tipo de boca que llamaba a más. —
No estoy haciendo gran cosa, eres tú quién está muy inquieta, honey.~
— Respondió al momento que esa atrevida mano ocupó lugar sobre su voluptuoso seno. Vexanna asoma su lengua y lame muy despacio el contorno de esos labios. —
O te detienes ahora, o no dejaré que des marcha atrás luego. Piénsalo.
Jadeante y tomando el menton de aquella mujer, lo eleva para verle mejor. Nuevamente esa boca se afianza a los labios ajenos, deja lamidas a esos labios haciendo espacio dentro de su boca.
— Hng...~ Vexanna...
¿Era muy rápido todo? No solamente el corazón le palpitaba... Otra cosa también ~ una mordida a esos labios coqueta y con ganas. Quería llevarla a otro sitio para intimar con ella, a la mierda la etiqueta.
— No me puedes hacer esto...
Musita subiendo su manos hasta tomar uno de los pechos de la rubia y apretarlos en masajes presionandola aún en esa pared.
— Devana besaba demasiado bien, y esto no daba lugar a la discreción. Porque sus labios marcaban el ritmo de aquel beso junto a ella, con la pared en su espalda que le permitió atraer a la azabache, jalando de su antebrazo. —
Nmgh...~
—Le hizo saber al suspirar que estaba muy satisfecha con su boca. No se apartó por largos segundos, bajando un poco la cabeza después y sus cabellos dorados ocultaron parte de aquel rostro.—
Lo que se supone que no debía ocurrir, ocurrió. Lo prohibido, lo tentador, sus manos rodearon por fin esas pronunciadas caderas. La apretó a su cuerpo, esos pechos chocaban en contra al ajeno, la silueta de Vexanna era descaradamente sexy y provocadora.
El beso se fundió a uno más profundo, dejó una exhalación de su aire relajando todo su cuerpo, quería tener control de lo que sucedía.
— ... ~
La empujó a esa pared donde se encontraban afianzando más ese deseo.
Es equitativo. Me gusta la materia, me gusta la profesora...~
— Permitía que esas manos le tocasen las caderas, no estaba mal esa sensación. Vexanna tenía una mano sobre el brazo ajeno, acariciando hacia abajo sólo por el capricho de tocarla un poco.—
Es injusto que me pidas que me controle pero tú no quieres hacerlo. Dev, Devana...~ Qué bonito nombre.
— Ligeramente decide acercarse. Podía y quería tomarse un nuevo atrevimiento, otro paso mas en esa seduccion mutua y por eso sus rojizos labios le roban un beso corto y suave.—
