"¿- Doctora Hunter Black? Está pronta a egresar de la universidad, no es buena idea que tenga algo en su expediente ¿Verdad?"
Ese flash vino a su cabeza cuando era más joven, un Juez Alemán le juzgaba en ese entonces pero había tenido misericordia de ella. La azabache jamás se le olvidaría un acento así.
— Conocí una vez a alguien con ese acento... Por eso pregunto.
Esa mujer le daba ansiedad pero sobretodo un sentimiento de que la había conocido antes ¿De dónde?.
— Usted nunca ha ido a los tribunales del centro imagino o quizás si y me esté equivocando.
Lanzó una pregunta trampa para ver qué contestaba.
— Está ciudad es pequeña, casi como un pueblo todos se conocen.
— Debería revisar tu historial pero tengo entendido que algunos días mas.
La rubia no quería hablar con ella. Anhelaba que los días pasaran rápido para nunca más tener que toparse con esa mujer a quien secretamente, odiaba. Era un odio irracional, las investigaciones determinaron que una falla en el semáforo fue lo que causó el accidente entre su prometido y la jueza, pero Vexanna se negó a procesarlo.
— Alemania. ¿Por qué?
Se apartó, dándole la espalda y escribiendo sus anotaciones.
Abría la boca para que aquella paleta entrara, era el chequeo que le hacía la enfermera que pidió. La vista de Devana se desvío a los pechos de ella por el gran escote que tenía, supuso que era algo que no podía evitar en sus prendas. La mirada verde de la azabache se posa en los ajenos.
— Las pastillas han funcionado, ya no duele tanto como hace tres días ¿Cuánto tiempo debo seguir aquí?
El doctor le había dado la respuesta de una semana para pasar todos los exámenes, era una pregunta para sacarle conversación a la rubia con ese acento particular que escuchaba.
