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Ks1579254 · F
Una adicción creciente, y un deleite que parecía no tener ningún tipo de límite, la rubia causa estragos en su mente de los que no desea deshacerse, esa sensación tan única y fascinante que acelera su cuerpo sin piedad.

Su lengua busca por igual saborear de la opuesta, casi en una necesidad de embriagarse en ese dulce que supera al sake. Así, conteniendo cualquier sonido que provocasen las atrevidas manos de su mujer, que no dudaría en responder con un trato igual, haciendo descender el rosa que cubre tan suave y hermosa piel y animarse a deleitar su tacto con aquel firme lugar, apretando, amasando.
La rubia sentía que ese momento era más que un juego exploratorio mutuo. Un sentimiento distinto cautivaba sus sentidos; comprendía que su deseo por Kasha era único y nunca antes tuvo esa necesidad tan fuerte, por nadie.

El beso que compartían, profundo y atrevido, la invita a buscar su escencia, adentrando con cuidado su lengua, fundiendose mas en su calor. Besarla en medio de las caricias que esas manos le entregan sobre su el pecho era un anhelo cumplido; y ella misma se veía en la tentación de imitarla.
Aunque su toque era más directo al cumplir su capricho de quitar esas prendas estorbosas, ambas palmas tomaron lugar en esa voluptuosidad, brindando suaves masajes.
Ks1579254 · F
¡Ah! La dulce risa de Vanya. Ese momento parecía crecer no solo en el aumento del deseo mutuo, tenía la dicha de endulzar su naciente lujuria con esa voz tan única.
Todo beso fue respondido, no dejó ninguno por fuera, aunque la serpiente tuvo la audacia de plasmar una tenue mordida a ese carnoso como delicioso labio inferior, fue breve, pues se distrae con aquel tacto, esa palma que era tan suave como el resto de su cuerpo, y esa que le hizo liberar un suspiro lleno de calidez.

━ Lo sabía, a pesar de solo ser tus manos... Siento como mi cuerpo quiere reclamar más. Una vez más, me brindas motivos para considerarte perfecta. ~

Kasha ataca una vez más, otro beso que incita tenue profundidad, y el reanudar de sus dedos al actuar, subiendo a la altura del busto, donde sin pudor explora cada tramo expuesto. Sentía que, esa rubia era un lienzo que anhelaba pintar.
Si su propia piel era del agrado de Kasha, tenía la certeza de que no iba a detenerla.
No sabía porqué reía, pero ese atractivo sonido la invita a reír también.

— Que tú quieras esto conmigo, hace todo tan perfecto.~

Unos besos ligeros y provocadores eran dejados en esa boca, teniendo en cuenta la serena seducción que Vanya empleaba. Desde su mirada, el volumen sutil de su voz, hasta un simple roce de labios; todo acompaña el atrevido movimiento ahora, retirando esas telas con cuidado para ver la piel del torso en la mayor.

Cálida, fue lo primero que pensó cuando sus manos recorrieron el abdomen de la azabache con fervientes caricias.
Ks1579254 · F
Impensable era la forma en como solo el tacto de los labios contrarios le daban tantas sensaciones, desde el aumento de su calor, el gusto propio que sentía hacia toda esa mujer, incluso su ritmo cardíaco. ¿Ese era el significado de todo sentimiento que desarrolló hacia tan perfecto ser?
Conoce de la codicia y adicción, y sin duda esos también eran presentes, el tan anhelado amor, la idea de no separarse de ella, tantas cosas eran, y no podía parar.

━ Tu piel, es tan suave que no puedo dejar de tocarla.

Agregó en respuesta, aunque la sonrisa también se había expresado en sus comisuras. Era la palma entera la que ahora hacía ese tan atrayente trabajo, aunque una risa llega, tenue, coqueta; la respuesta a esa pregunta era más que obvia.

━ Hazlo. Tus manos sobre mi cuerpo, también las deseo.
La íntima danza entre sus bocas aceleraba los latidos de Vanya, quien definía ese sentir como el amor que ardía en su pecho.
Porque Kasha era diferente, todo lo que hacía y decía traía en la doncella un deseo de tener más. Nunca había pedido nada, ni aspirado a mucho; pero esa hermosa criatura se volvía una necesidad a cada vez. ¿Así se sentirá tener una adicción? La pregunta se cruza por su mente, justo al momento que sonríe sobre los labios ajenos.

— La sensación de tus manos, me gusta.

Confiesa, y la piel se estremece con claridad bajo las caricias, permitiéndole continuar. Por su parte, el toque curioso continuaba, prolongando las caricias por el centro de la espalda.
La rubia dibujaba líneas lentas con sus dedos, susurrandole.

— ¿Podría tocar tu piel directamente?
Ks1579254 · F
Así es como iniciaría, sin dar marcha atrás, todo su ser, físico y sentimentalmente, serían para esa única mujer, y a su vez, la marcaría como suya, el deseo propio por conservar esa unión y no querer a un tercero de por medio; para Kasha, Vanya era suya, y viceversa.

El beso fue respondido, no tenía razones para negarlo, todo lo contrario, iba a perderse en ese exquisito sabor que los otros labios, ese que supera cualquier otro sabor existente, del cual no podría separarse aún si el mundo se lo pidiera.

Sus caricias no frenan, esa necesidad de remarcar cada pequeño tramo de esa suave piel, bajando y poco después subiendo otra vez, se permitía sentir como incluso esa zona estaba perfectamente formada.
Las unas suben, cuidadosas van hacia la cadera, deseosa por explorar cada zona de aquel hermoso cuerpo suyo.
Vanya aceptaría sus palabras como una poderosa verdad. Quería todo de ella, cada gesto, palabra y caricia; se permitiría el capricho de conservarla para sí y no compartirla con nadie más.

La caricia que recibe le resulta muy agradable, incluso la sensación de esas uñas que fueron el agregado perfecto. Ella misma atendía las lindas caderas de Kasha a ambos lados, con sus palmas, viéndose tentada a apretar con sutileza.

— Está bien. Tu me fascinas, Kasha...

Susurró las palabras y prosiguió a besarla en los labios, demandando sentirla allí también. Quería probar una vez más su esencia, lenta pero atrevida, quitándole la posibilidad de hablar porque no deseaba separarse ni irrumpir el beso.
Ks1579254 · F
Cada pequeño tacto de los labios resultaba más gustoso, incluso el pequeño roce a las caderas, ¿era ella, o su calor corporal iba en aumento? ¿Es así como se siente, a pesar de que solo han sido palabras y pequeñas caricias? Solo imaginarlo hace a la serpiente querer explorar más, demostrándolo al responder el sutil desliz que tienen cada par de labios con un tenue sonreír.

━ Como mencioné, siempre que quieras, lo haremos. Estoy dispuesta a darte todo de mi ser.

¿Cómo ha de continuar? ¿Solo debería seguir sus instintos? La diestra se movería, bailaría delicada en caricias que viajan por el muslo de Vanya, cuidadosa, pese a usar las uñas para afianzar ese tenue trayecto. Estaba descubriendo muchas cosas, y eso le atraía tanto como la idea de estar con esa rubia.
El avance sobre sí no detiene sus cariñosos besos. Le demostraría con paciencia y pequeños actos de qué se trataba una unión como la que querían, sin evitar que su propio cuerpo eleve la temperatura por la belleza que posee Kasha.

— Con tus palabras me haces sentir, que podremos permanecer en brazos de la otra cada noche...

Con lentitud sus labios van desviando el recorrido hacia los opuestos, dejando un roce provicativo entre ellos, y sus manos se dirigen en caricias pacientes a tocar las caderas de la azabache. Qué perfecta resultaba al tacto, pensó Vanya sonrojandose por la libertad de sentirla así.

— ¿Podemos?

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