VBs1548399

[code]De nada[/code]

Jaja, bien, me parece un nombre encantador. (?)

Kyouya san, es decir... Sr Blutsauger, gracias por aceptar. ~

[code]Eran 10:00 a.m. y la joven aprendiz de magia se preparaba para salir. Las vacaciones de verano habían llegado y era el momento perfecto para poder darse una vuelta por sus rumbos; tal vez sonaba torpe, pero echaba de menos su hogar.

Una vez que empacó todo lo necesario se dirigió al jardín de la academia, pues el examen final se daría justamente ese día y aprovechando que todos los estudiantes habían decidido regresar a sus respectivos hogares. La prueba era simple, emplear la magia aprendida durante el curso tomado y teletransportarse a sus casas. Los nervios se comenzaron a apoderar de aquella joven de cabellera castaña. —Espero que esta vez sí resulte...— murmuró por lo bajo mientras caminaba en dirección al jardín. —¡Squeeal!— Exclamó la pequeña criatura de pelaje rosado, como si buscara animar a la joven. A pesar de que era la única criatura a la cual no podía entender, era capaz de entender lo que ésta quería decir. —Muchas gracias.—

Una vez que todos se reunieron en el jardín, la prueba dio inicio y los ojos de la joven maga temblaban de los nervios mientras observaba cómo uno por uno sus compañeros de clase cumplían exitosos con la tarea. —No te preocupes...— se escuchó— ...Lo harás bien.— Dijo con una sonrisa su compañera de cuarto. Gracias a ello, la castaña logró calmarse un poco y al ser llamada por su apellido esbozó una amplia sonrisa y agregó en murmuro. —Gracias, Amelia— Al abrirse paso por entre sus compañeros, sintió el jalón de su brazo y al elevar su mirada para ver de quién se trataba, agregó con brillo en sus ojos. —Elias...—

—Concéntrate en el lugar al que quieres ir.— Aquellas palabras resultaron magníficas viniendo de parte del rubio, terminando por desvanecer todos los nervios que la habían atormentado. Asintió con un sutil rubor en el rostro y finalmente se colocó al centro. Sacó la varita de roble de uno de sus bolsos y añadió en murmuro a la criatura que reposaba en su hombro.

—¿Listo, Carbuncle?—
—¡Squeeal!—
—¡Site transportation!

Y siendo envuelta en luz, pronto fue transportada a un parque cercano a su hogar.Así, y al reconocer su rumbo, empezó a saltar de alegría. —¡Lo hice, Carbuncle, lo hice!— exclamó sin considerar que la gente podía verla mientras abrazaba a la pequeña criatura rosada. [/code]