El problema estaba que no seria solamente un empuje necesario, las nanomaquinas son su especialidad precisamente por el modo en como estas operan. Sus manos pasan de ese primer impulso a ahora deslizarse por la zona superior de la espalda; habia sido removida por alguna clase de impacto, por lo cual tenia que asegurarse de ubicarla correctamente.
Cuando los dedos dieron con la zona separada, uso los cinco divididos en cada extremo de la columna vertebral. La forzaria a acomodarse de manera recta, el unificarla seria cosa de sus propios agentes, tendrian que atavesar cada filamento de la vertebra para obligarlos a unirse, mientras este mantenia la posicion del hueso, cosa semejante hizo con la otra mitad.
-Esto fue un golpe. Acaso discutiste con un guardia?
—Sabes que odio... ¡Argh!— la frase fue interrumpida debido al dolor que Nüying sintió merced a las pocas terminales nerviosas que aún poseía de su cuerpo humano. Incluso su frente se vio aperlada con gotas de sudor frío; hacía mucho que no acusaba esa cantidad de incomodidad, como si su cuerpo desconociera todo ese metal que volvía a acoplarse a ella. Respiró con dificultad, pero se mordió el inferior para no volver a quejarse. No era propio de ella.
—Pareces bastante enfocada en no darte un solo descanso.
Impuso la diestra con fuerza justo sobre la espalda, la zona media de la misma. Podía verla desviada, cosa que implicaba donde estaba el problema.
Realizo un empuje sin mucho cuidado, ni siquiera puso cabeza en cuanta fuerza imprimió, poner la columna en su lugar requiere más que solo un pasaje, ambos lo saben. El sonido de las vértebras mecánicas tronar fue primero en hacerse presente, las nanomaquinas harían su trabajo más ello no quitaría el intermedio doloroso que esto implicaba.
