Habia conocido y viajado lo suficiente como para saber qué, cualquier ser vivo podia ser un peligro si no tenia el cuidado suficiente, más en Kayn ya residía el egocentrismo propio de usar la guadaña darkin, por lo cuál no dudo en volver a girarla un poco mas para que ahora esta se apoyase sobre su hombro derecho, pudiendo asi dejar a la vista aquel gran ojo que centraba su vista en la mujer enfrente de aquel hombre con cabello negro.

━━ Donde están mis modales... Soy Kayn, un miembro de una organización de asesinato.━━ Veia innecesario gastar saliva en explicar aquella organización. ━━ Y negocio con tú vida porque ahora me pertenece, claramente.

Fue entonces que, miro brevemente hacia sus lados, buscando confirmar a la brevedad la soledad de la mujer aún y contra la molesta voz en su cabeza llamada Rhaast que clamaba por ya ver la sangre deslizarse por el filo de la guadaña... "Aún no" Solto Kayn al aire, indiferente a que pudiese lucir cómo un completo lunático