Siguió con la mirada al chico durante su ingreso al loca. Trato de obervar pero las mismas luces que manejan en ese tipo de locales se lo impedia. Tal vez no habia sido tan buena idea dejar ir solo a Baji, sabia la clase de destrozos que esté podía llegar a causar. Los nervios le invadían, pero Emma no podia dejar de desear ver a ambos chicos salir del lugar, y poder regañar a su hermano por desaparecer así como asi.
Ese pensamiento se perdió cuando la rubia logro escuchar alboroto. ¡Seguro fue Baji! La ansiedad la impulsaba a entrar y ver que ocurría pero el miedo le ganaba. Por suerte no tardó tanto en salir el ahora causante de esta preocupación a quien no dudo en llamarle la atención.
— ¡Baji! ¿¿Qué pasó??—

Mientras le gritaba sin embargo el ruido desapareció al notar que aquel no era a quien buscaba. Volvería a gritar.

—Ehh???! Tú no eres Mikey! ¿Porqué diablos te peinas como el?!! Tch..

Su mano se relajó y dejo caer al menor el cual aún temblando no sabía que decir, estaba a punto de orinarse cuando el pelinegro se volteó para hacer una nueva inspección, minutos más tardes volvería a aparecer por donde entro.

Antes de pisar el interior volteó hacia el rostro de Emma con aquella extraña sonrisa sádica que se cargaba cada vez que olfateaba alguna posible riña, iba preparado a cualquier cosa. Aquel lugar solía ser frecuentado por las bandas rivales y a pesar de ello Mikey insistía en ir, estaba su arcade favorita. Maldijo en su mente por algunos segundos las travesuras del líder de los Toman cuando vio algunos viejos rostros conocidos, su presencia levantó una extraña energía que a cualquiera se le erizaría la piel, Salvo a él quién parecía disfrutar de todo ello.

— ¿Mikey?

Pasó entre un par de sujetos, había visto una cabellera rubia de perfil pero le costaba distinguir del todo, los sujetos le miraban con odio, esperaban que el pelinegro hiciera algo.

— Tch.. Mikey!! Mierda, tienes a todos...

El rubio volteó a mirarlo confundido, su cara se llenó de horror al reconocer al capitán de la primera división de los Tokyo Manji, el pelinegro ya le había tomado por la ropa mientras le

En casi absoluto silencio, la rubia trato de mantener el ritmo y seguir de seca al joven de cabello largo. Si bien, podria dedicarse a buscar a su hermano por su cuenta, al desconocer de su paredero; aunado al ambiente que las pandillas manejan, seguramente no podria investigar mucho. Apenas alcanzó a detenerse, casi chocando con el pelinegro. Se había inmerso tanto en su pensamiento que no se percado que habían llegado al lugar. Estuvo a punto de decir algo cuando escuchó el ultimo comentario del joven. Un escalofríos recorrió su cuerpo.
— Baji, ¿Estarás bien? Si no ves a Mikey sal de inmediato.—
Dijo en voz baja, nerviosa. A estas alturas no sabia que esperar de aquel lugar. ¿Acaso lo frecuentaban muchos delincuentes?

— No, no está con ellos
El pelinegro observó las calles de Shibuya, la gente comenzaba a concentrarse en lo que eran las avenidas principales. Después de algunos minutos dieron con una calle angosta dónde los letreros luminosos con dibujos de videojuegos llamaban bastante la atención, era donde solían ir cuando niños.

— No fuiste la primera persona que me preguntó por el, también Draken lo hizo

Echó una mirada al guardia de la tienda quién al reconocerlo mostró evidente nerviosismo, el por su parte se limito a alzar el rostro con sus manos aún entre los bolsillos

— Tch, no vengo buscando problemas, estoy buscando a Mikey, solo echaré un vistazo.

— El hombre lo miró con desconfianza y luego miró a la rubia que esperaba a las espaldas del pelinegro.

— Oe, Emma. Espera aquí, si demoro más de 5 minutos en salir vete.

— ¡Gracias, Baji! — Su expresión cambió al instante, le alegraba saber que el contrario estaba dispuesto a ayudarle.
— ¿Videojuegos? Oh... La verdad es que no... Al principio asumí que estaria con alguien de la ToMan...—
Tal vez habia sido ingenua con aquel pensamiento, pero tras analizarlo por unos momentos, si es que Mikey estaba solo podria estar en un lugar como el que mencionó el chico.
— ¡Vamos, vamos! —
Ni pronta ni perezosa, emprendió su andar siguiendo a Baji de cercas.

— Bien, bien. Te ayudaré a buscarlo.

Estiró sus brazos al frente mientras daba un gran bostezo, al volver en pie miró hacia abajo para encontrar los ojos de la rubia.

— Lo buscaste en los videojuegos?

Llevó sus manos hasta los bolsillos laterales de su pantalón y comenzó a caminar, esperaba a que Emma le siguiera.

— Ni Draken ni Takemichi lo han visto. Y si te pregunté es por que son amigos, ¿No? No seas grosero, Baji, estoy preocupada. —Apoyo ambas manos contra sus caderas mientras dejaba escapar un pesado suspiro, algo resignada ante el paradero de su hermano.

— ¿Porqué habría de saberlo?
Se mantuvo sentado en cuclillas con un trozo de chocolate entre los labios y sobre el suelo una lata de jugo de uva, miró desde lo bajo como la rubia se acercaba.
— Deberías preguntarle a Draken, Tch.. desde que apareció ese tal Takemichi que Mikey no se asoma mucho.

— ¡Baji! ¿Tu tienes idea de dónde podría estar Mikey? — Esta vez no planeaba golpear a nadie, cómo pasó antes con Takemichi, por lo que se acerco al chico con tranquilidad.