-Abrió la caja con el debido cuidado que merece un regalo de la persona que ama. Cuando retiró la envoltura, destapó la caja y su rostro dulce se esclareció a una bella sonrisa llena de ilusión.-
—¡UN OSO TED! ¡Papá míra es un oso Ted! Es hermoso. -Lo sustrajo de la caja y lo mostró al azabache.-

— ¡Vamos! ¡Abrela! — Comentó con sumo entusiasmo y deleite de ver a su hija. Una gran sorpresa sé llevaría seguramente al ver lo que traía esa caja. Jamás en la vida había hecho un regalo de ése tipo.

- Yo lo hice. -Agregó apenas audible con ese distinguido tono bajo y temeroso frente a un adulto. De reojo vió aquella caja, pero prefirió esperar.-

Observo detenidamente que aquella pequeña traía consigo una caja de regalo. Una gran sonrisa se dibujo en su rostro, la felicidad en su máximo esplendor se mostraba y con sus manos tomo aquél regalo cuál abría poco hasta descubrir aquél hermoso dibujo. Sus ojos brillaron y una pequeña lágrima de emoción se mostró. — ¡Sapphire! ¡Muchas Gracias! — Detrás de él tenía una caja también envuelta con papel donde quizá adentro traiga bastantes peluches.

-Se aproxima al joven y le entrega una cajita de regalo hecha con cartón e ilustrada con papel para envolver, dentro había un dibujo hecho con crayones y la manualidad de un perrito hecha con papel, pasta de macarrones pegadas al contorno y cuidadosamente pitada con acuarelas.-