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El tiempo pasó y como todo humano se hizo viejo, inútil, pero un día se levantó en medio de su locura o tal vez simplemente por fin había llegado la verdad y le abrió los ojos, tomó su arma y comenzó a matar a todas las cabras que había criado durante años y años, menos a una, a la más pequeña, débil y enferma, a esa por lastima la dejó vivir, el viejo en su mente retorcida pensó que tenía castigo suficiente con haber nacido así. Finalmente el anciano se colocó el cañón de la pistola en la cien y se voló los sesos de un tiro, el cuerpo cayó pesadamente frente al espíritu ― Nunca me fui para ver este momento ― Dijo el demonio que por fin se materializó en una joven ―Serás mi nuevo amigo... Te llamarás Nerón... y si te portas bien, tal vez te regale un nuevo cuerpo ― llevó a la pequeña cabra en sus brazos y se adentró a la casa
El espíritu susurró al a oído del hombre y le dijo que tenía que hacer para salir vivo―Alguien más deberá pagar por lo que haz hecho...un inocente que ante los ojos de tus enemigos haré parecer a ti, y entonces tú tendrás que huir lejos, muy lejos donde nadie ni tus subordinados puedan encontrarte, serás como si en verdad hubieras muerto. ― Aquel hombre hizo lo que tenía que hacer y huyó a una tierra lejana, a un pueblo lleno de gente simple he ignorante que desconocían de lomo curtido, en ese lugar compró un gran terreno, se dedicó a la granja criando cabras y otro animales, vivió su vida escapando de la muerte sin embargo llena de tormentos
Tiempo después las terribles acciones de aquel hombre fueron reprobables ante los demás humanos del mundo, los países se aliaron y la guerra estalló. Aquel hombre débil rogó al Espíritu ― ¡Hice todo lo que me pediste y longinus desapareció frente a mis ojos! ― El espíritu solo se regocijó al ver la desesperación del hombre que alguna vez fue grande y poderoso y ahora no era más que una rata cobarde― Estúpido...no hiciste... todo ¡MUCHOS ESTÁN VIVOS! ahora morirás... ― El hombre cayó de rodillas y suplicó una vez más ― No, ¡No me dejes morir! ―Ese es tu destino...a menos que desees en verdad cambiarlo... tal vez pueda interferir un poco...
― Necesitas la aprobación divina para hacer tu voluntad en este mundo...la Lanza del destino te hará poderoso he impondrá tu voluntad, con ese objeto sagrado a tu lado...serás invencible y todo lo que te propongas lo lograrás, serás como Dios sobre la tierra y podrás con ella lograr tu mayor anhelo...aquel sueño se volvería realidad ¿Qué no deseas la perfección?...Confía en mí, te guiaré a tu destino...pero antes tendrás que hacer algo para ganarte su respeto...su voluntad, tienes que hacer algo muy grande...y así longinus te pertenecerá...tendrás su respeto y te obedecerá en todo.. "¿Qué es lo que tengo que hacer? ¿Qué clase de acción llamará la atención de la lanza? ― preguntó aquel hombre en aquella visión o delirio ― MATAR! tienes que matar a muchas personas...sacrifica a los borregos de Dios, esos que te estorban, calcínalos hasta el tuétano ¡Que no quede ninguno vivo!... Y te aseguro que la lanza te será fiel
El hombre demente con una ridícula obsesión, una misión absurda que el veía realista y clara como el agua. Lumiel había creado el títere perfecto gracias a su mayor técnica, la manipulación, él ahora era un instrumento infalible que usaría la demonio para causar daño a la humanidad.

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