**La brisa del agua del mar se hacia presente con el chocar de las olas que se hacían cada vez mas fuertes con el pasar del tiempo, la oscuridad de la noche se iba acercando, pero un abundante deseo se hallaba en aquel lugar, un deseo que no era difícil de hacer pero al menos si complicado de lograr.
(¿Entonces lo intentaras de nuevo?)
Había pasado tiempo desde que el deseo de morir se hizo presente, cuando ya no se tiene nada mas que perder es cuando muchos le pierden el miedo a caer en los brazos de la muerte, si no se tiene un hogar al que regresar, sin alguien a quien poder llamar “amigo” o tan solo “conocido” y no se diga de amores, hay un punto siempre de la vida en el que toda persona odia tan solo pensar en aquel sentimiento y aun peor, ser la causante de tantas muertes no es algo con lo que una persona pueda cargar fácilmente, tener que huir siempre, tener que pelear siempre, tener que saber que a veces no esta todo perdido pues aun es capaz de sentir mínimamente algo y de vez en cuando derramar solo unas cuantas lagrimas recordando todo lo que perdió.
(Si sabes que no funcionara ¿Verdad? Han sido demasiadas veces las que lo has intentado y ninguna resulto en el éxito)
Una mochila abandonada muy bien equipada se encontraba a las orillas del mar, estaba a unos minutos mas de poder ser tocada por el agua. Una joven veía al horizonte, cargando con ella entre sus brazos una espada la cual parecía bastante pesada, pero seguramente tenia algún valor pues no pensaba soltarla por ningún motivo, parecía como si casi la abrazara, con sus pies descalzos caminaba lentamente hacia aquel liquido que casi hacia que su cabellera de color agua marina se perdiera en tonalidades, sus ojos solo veían como llegaba el atardecer reflejando en ellos un color rojizo, con cada paso y cada minuto ella iba sumergiéndose mas y mas, el agua le llego hasta la cadera luego en su estomago, las olas parecían querer regresarla a la orilla, pero ella continuo, sujeto con mayor fuerza dicha espada que ahora mientras caminaba amarraba de una cuerda a su cuerpo, se le erizo la piel al sentir el agua fría llegar hasta su pecho, pero no retrocedió, pronto el agua le llego hasta el mentón
(Solo volverás a hacerte daño… difícilmente saldrás de aquí, en muy malas condiciones pero sabes que saldrás)
Antes de sumergirse mas dijo unas ultimas palabras a la voz que siempre escucho en su cabeza, era una voz a la cual ella le daba el nombre de instinto, pues la había salvado de tantas cosas advirtiéndole y diciéndole que hacer cuando estaba en peligro, solo ella podía escucharla -¿Qué mas puedo perder? Esta vez no hay nadie cerca para detenerme, es algo que no he intentado todavía, quizás esos bastardos no me encuentren fácilmente en las profundidades-
continuo caminando hasta desaparecer en el agua… pasaron tan solo 3 minutos cuando el cuerpo comenzó a sufrir los primeros síntomas de ahogamiento, lo pesado de la espada impedía que la chica saliera, su cuerpo comenzaba a reaccionar a el estado desesperado por querer salir, seguido de perder la conciencia**
