-Tranquilamente entre tanto escandalo la gata colocó los zapatos de la chica cerca junto con su maletín, mientras escuchaba y miraba el estruendo que esta causaba-
La alarma sonó varias veces y tu madre te llamó mas de cinco veces pero como siempre no despiertas a tiempo
-Dijo al tiempo que la regañaba por esta situación, era lo mismo cada día-
Pestañeó confundida dejando de lado su orgullo y frustración de que hubiera interrumpido su casi beso con la estrella de sus sueños.
¿Escuela? ( . . . )
—¡GYAAAAAA! —Un grito resonó por toda la residencia Tsukino. Comenzó un día más.
Tropezando con sus propios pies, resbaló unas cuantas veces por las sábanas. Buscó desesperadamente su uniforme de la preparatoria mientras se quitaba su pijama principal. —¡Luna se de utilidad y busca mis zapatos, por favor! —Gritó desde el baño aplicando pasta dental a su cepillo de dientes.
—Ay, ay, ay. —Lamentó desde el fondo de su corazón. Pensó que era fin de semana, no mitad de semana. ¿Por qué su alarma no sonó?
¡No quería ir a clases! Chilló con profunda tristeza mientras tiraba el cepillo, limpiándose la boca y corriendo a ponerse los calcetines.
-En ese instante que notó su despertar,’la gata saltó para lograr escapar y caer entre uno de los cojines de la habitación. Viendo aquel espectáculo de la rubia como luchaba con las sábanas y lograr liberarse, para ella eso era el pan de cada día. Una vez que esta logró “liberarse” de su captor y ver el rostro enrojecido de ella solo pudo bajar las orejas en una postura nerviosa y después saltar a la mesita y verla sonriente-
Al menos has despertado, si no te apresuras llegarás tarde a la escuela…por cuarta ocasión en este mes…
-Le recordó aquel pequeño detalle de la impuntualidad que caracterizaba a la chica de los chonguitos de bombon-
La baba de su boca salio volando sin cuidado, se enredo entre sábanas. ¡El enemigo la ha capturado!
Navegó con la trampa impuesta cayendo al suelo sin cuidado. ¿Qué rayos? Logrando quitarse ese gran impedimento, con mucho esfuerzo logró abrir los ojos con vestigios de sueño; ¿¡Dónde, dónde está el enemigo?!
Miró a ambos lados, de arriba a abajo, por alguna señal. Pronto se dió cuenta que era su misma habitación sin ningún cambio.
( . . . )
Un gran ceño fruncido se apoderó de su rostro, su boca echaba espuma. El fuego de sus luceros nadie lo extinguirá. —¡...Lunaaa! —Gritó con voz de bruja salida de una cacería. —¡INTERRUMPISTE MI MSRAVILLOSO SUEÑO, NUNCA TE LO PERDONARÉ!
-La gata al escucharla, supuso que no sería una tarea fácil el despertar a la chica rubia y mucho menos cuando soñaba con su ser amado, por lo que optó en buscar por debajo de la manta su rostro y así acercarse al oído con cautela, tomando un respiro abrió su boca solo para…-
¡USAGI-CHAN! ¡EL ENEMIGO ESTÁ AQUÍ Y SE ESTÁ COMIENDO EL PASTEL DE CHOCOLATE QUE MAMÁ IKUMO HIZO!
-Gritó con la esperanza que despertaría al fin con aquella mentira piadosa-
—Hm... —En medio de sus dulces sueños, su cuerpo se defendió físicamente metiéndose aún más en las sábanas. Frunció el ceño y apretó los labios.
Suspiro inconscientemente. ¡Que maravilloss fantasía vivía en el mundo de morfeo! ¿Quién quiere ir a la tonta escuela? Si puede estar en un paseo entre nubes con... —Seiya... —El nombre se escapó de sus labios sonriente.
