Miren, más plástico. Estos turistas... todos son iguales. Pensaba mientras encajaba su largo bastón de madera que fabricó ella misma con un palo de escoba, cuyo extremo había tallado para crear una aguda punta. Esta atravesó la botella vacía con facilidad, luego la guió dentro de una bolsa. Siempre había algo nuevo qué limpiar en la playa, cerca de las tiendas y los bares. No recibía dinero por ello, aunque si algo muy importante: hacer eso la ayudaba a pensar. Y justo pensaba en su compañero de escuela, a quien no veía hace tiempo. ¿Qué habrá sido de Kujo...?