"Cuando la Ciudadela cayó, entre todas las posibilidades fui yo el que permaneció de pie. La suerte que se me adjudica es sorpresiva cada que algo así me sucede y aunque ya no lo recuerdo, alguien debe hacerlo.

Algún ente, en algún sitio, recuerda mi historia. Guarda con recelo mis batallas y pasos dados con el fin de proteger algo que seguramente no me pertenece, pues carezco de toda posesión. Ni siquiera este cuerpo de blancos cabellos y mirar dorado me pertenece propiamente. Las manos que he sentido dejan algo en mí que me da forma. Los eventos que he presenciado forjan mis reacciones. El animal que se ha elegido para darme nombre vuela mientras que mis pies están encadenados a las fuerzas del destino... y sin embargo, sé que salí victorioso.

Cualquiera que haya sido mi lucha, triunfé y eso me permitió ver de nuevo el mundo que alguna vez protegí, pero esta vez... me uno voluntariamente a defenderlo