R.Out. Por supuesto que es mutuo, y no agradezca es un placer tenerla en mi perfil. Cuando guste podemos iniciar, ya sea que lo haga usted o yo, como deseé.
~ Hola muchas gracias por añadirme a su lista de amigos. Espero tener una relación maravillosa con usted igual que mi personaje con el suyo. Le deseo un buen dia y espero su respuesta con paciente ~
[code]Se encontraba sentado en una pequeña mesa de la vieja y agradable cafetería de colegio. La luz matutina alcanzaba a colarse por el enorme ventanal, reflejando sombras irregulares sobre los pisos de concreto pulido. Entre sus manos mantenía un libro, una novela que había estado rezagando a causa de su escaso tiempo libre. ¿Cómo pudo haberse privado de aquello? Se encontraba tan concentrado, que solo fue capaz de ver la hora cuando levantó su taza de café expreso.
—¡Ah! ¡Son casi las ocho!—Exclamó en voz alta, dando un ligero respingo que ocasionó que algunas gotas del líquido caliente brincaran hasta su camisa.
Arrugó ligeramente el ceño, sin embargo, sabía que ya no le restaba tiempo para enmendar su error. Se colocó el libro y su carpeta bajo el brazo, y se dirigió a toda velocidad al sitio donde posiblemente sus alumnos ya estarían aguardando.
Le tomó un par de escaleras y tres pasillos llegar hasta el aula, y fue ahí, donde por fin pudo respirar tranquilo. Se acomodó un poco la corbata, sacudió su pantalón, e ingresó al salón con la mejor sonrisa de su repertorio.
—¡Buenos días, chicos!—Su paso fue lento hasta llegar al escritorio, lugar donde colocó su material y un recipiente a medio llenar—. Yo seré su nuevo profesor a partir de ahora. Mi nombre es Shishio Satsuki, por favor siéntanse con la confianza de hablarme si necesitan algo…—Comentaba mientras trazaba los kanjis de su nombre sobre la pizarra. «Historia Universal», esa sería su asignatura. [/code]
*Michael alzó su mirada seria, molesta e impaciente, pero estaría dispuesto a escuchar a la pequeña Mugi.*
Michael: Bien, ¿Cuál es la idea, Tsumugi? *El pelirrojo le costaba mucho andar entre humanos, más aún si se tratan de adolescentes que solo poseen ideas monótonas, vacías y con un toque egoísta para siempre ser el mejor o el más destacado, sin saber que, al final del tiempo de cada uno, todo se convierte en cenizas y no queda más que el más cruel lamento. Así mismo, dirigió su mirada de tono ambar a las imágenes captadas por el celular de la joven rubia, pero pronto Michael captó una esencia en una de las fotos que la chica tomó con el celular.*
Michael: Esa aura la conozco, y no es la de Alexiel, ... Mugi-chan, prepárate, porque ...-gira su mirada a la niña-hoy presenciarás más cosas de las cuales, ningún humano ha visto en toda su vida o vive para contarlo. *Frunció su mirada por un instante, después se relajó un momento. En ese momento, sujetó la mano de Tsumugi alejándose de ahí por los diversos corredores, así mismo eran vistos por algunos estudiantes que se impresionaban por esa galanura del chico pelirrojo, pero a la vez, su manera tan extraña de comportarse, más aún por la manera en que lleva a Mugi.*
Michael: Maldita sea, ¿porque no apareces Barbiel?
*Dijo el joven apresurado, subiendo escaleras, bajando de éstas, entrando y saliendo de un salón a otro, cómo si conociera los alrededores de la escuela o supiera hacia dónde se dirige. De pronto, al frente de ambos, aparecieron dos ángeles más, causando que el tiempo se congele y de nuevo el dulce resplandor que Raphael hizo aparecer hace apenas poco tiempo, retome su lugar en ese nuevo escenario. Michael se detuvo en seco protegiendo a Tsumugi, pues al frente de ellos se dibujaba gradualmente entre el resplandor, dos siluetas más con sus debidos rasgos. La primer silueta se trata de una hermosa fémina de largo cabello azulado, orbes del mismo tono y una perfecta piel blanquecina, mientras su vestimenta consta de un ondulante vestido blanco, entretanto la otra silueta es un joven de alta estatura, solo que es de piel morena en tono claro, al igual que sus castaños cabellos que se menean tras de él. Ambos personajes observan primero a Michael, seguido de la joven Tsumugi en completo y abrumador silencio, fijando esas miradas de cristal.* Michael: Tsumugi, pase lo que pase, no hables, ¿de acuerdo?, a no ser que alguno de ellos te lo pida. *Diría refiriéndose a ambos nuevos personajes que acababan de aparecer. Indudablemente se tratan de un par de ángeles más, conocidos por Raphael, Michael y Barbiel, cada uno con un elemento que representar.*
