TrafalgarDWLaw

Tashigi sabía perfectamente el tipo de cariño al que él se refería. ¡Lo sabía! Ella estaba escencialmente rodeada de hombres todo el tiempo, los conocía perfectamente y Law no dejaba de ser uno. No respondió a aquello pero tampoco se alejó. Notó que la gente los miraba, algunas hablaban mientras los miraban. Recordó que Law era uno de los piratas con mejor rankin de atractivo, eso en los periodicos sensacionalistas y no era famoso solo por su gran poder y malicia, sino por su atractivo que admitía era alto. Esos ojos grises que parecían más tristes que nada, esa nariz recta y esos labios con una forma suave, el vello en su cara, sus aretes, sus tatuajes. Todo en él gritaba peligro, todo en él era atrayente.

—Y tu te estás tomando en serio tu papel de esposo.-

Respondió y sintió un espasmo en el pecho al sentir que él se acercaba de esa manera tan peligrosa a ella. Le respiró el aliento y por instinto la mano en el cuello ajeno se colocó en el hombro para detenerlo, pero él ya estaba muy cerca. Le miró los labios y pensó que daría mucha credibilidad si...

—...lo beso... -

Cerró los ojos y ladeó la cabeza hacia la derecha para atrapar los labios ajenos con los propios. Que suaves eran, que bien sabían. Él sabía a sol. Lo besó suavemente por unos momentos sin mover mucho la boca. Un primer beso suave y dulce, aunque con un trasfondo más atrevido. Era un pirata, un pirata que era muy peligroso. Y ahí, en esos momentos, le estaba entregando los labios a los suyos como si fueran un matrimonio real. Se separó de él suavemente y notó que aún tenía su grande mano en la mejilla. Le sonrió dulcemente y fue ahí donde ya estaba más que sonrojada.