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ElizabethWalker · F
Abrió la puerta de un fuerte golpe mientras entraba tambaleándose a la vieja casa, sus pasos salpicando agua y barro en todo el piso, caminaba algo ida por los obscuros pasillos del lugar, llevaba arrastrando su obscura y mojada gabardina por todo el suelo mientras finalmente entraba a una de las pocas habitaciones habilitadas y se sentaba en el improvisado colchón en el suelo, una vieja manta sucia y arrugada le hacia compañía en aquella obscuridad.
Tomo un cerillo y encendió la única vela casi completamente consumida que reposaba junto a un viejo y maltratado cojín, la tenue luz de la vela alumbraba lo suficiente como para dejar ver la mascara en su rostro y las manchas de sangre en esta misma, difícil de confundir por los dos únicos colores del accesorio.
Se despojo de todo lo que pudo y y se dejo caer sobre el viejo colchón mientras una pequeña y sutil estela de polvo de elevaba en el aire, sus opacos ojos se fijaron en el manchado techo del cuarto mientras respiraba profundo sin ánimos de moverse, aun siendo que había escuchado un golpe en la parte delantera de la casa, sabia quien podía ser, o al menos tenia una vaga idea, pero solo espero, después de todo, si no era quien ella pensaba, podía defenderse muy fácilmente, pero los extraños crujidos de huesos, murmullos y la extraña y casi inaudible voz le indicaban que si se trataba del chico aun que desconocía donde había estado o si este sabia de su presencia en la casa, después de todo, no es normal que ella valla a verle hasta aquel lugar tan oculto y mucho menos sin anunciarse antes, aun sabiendo lo que conlleva un sobresalto del chico.
Tomo un cerillo y encendió la única vela casi completamente consumida que reposaba junto a un viejo y maltratado cojín, la tenue luz de la vela alumbraba lo suficiente como para dejar ver la mascara en su rostro y las manchas de sangre en esta misma, difícil de confundir por los dos únicos colores del accesorio.
Se despojo de todo lo que pudo y y se dejo caer sobre el viejo colchón mientras una pequeña y sutil estela de polvo de elevaba en el aire, sus opacos ojos se fijaron en el manchado techo del cuarto mientras respiraba profundo sin ánimos de moverse, aun siendo que había escuchado un golpe en la parte delantera de la casa, sabia quien podía ser, o al menos tenia una vaga idea, pero solo espero, después de todo, si no era quien ella pensaba, podía defenderse muy fácilmente, pero los extraños crujidos de huesos, murmullos y la extraña y casi inaudible voz le indicaban que si se trataba del chico aun que desconocía donde había estado o si este sabia de su presencia en la casa, después de todo, no es normal que ella valla a verle hasta aquel lugar tan oculto y mucho menos sin anunciarse antes, aun sabiendo lo que conlleva un sobresalto del chico.