- Has acertado, pequeño humano ... pero -giraría de soslayo su mirad a Bane- me intriga saber que no me tienes miedo, aunque eso es de admirar en un humano. -Raphael caminó hacia la orilla del edificio, comenzando a caminar por el aire- Puedes seguirme, nada te sucederá. *Diría enfocando su mirada al frente y descendiendo por el aire como el suave movimiento de una pluma en el viento, y de cierta manera, el joven arcángel le permitiría a Bane caminar de la misma manera por los aires, sin recibir ningún daño. Pensativo se tornaba, misteriosa es su procedencia e historia del rubio, claro si es que tiene alguna. Hacía más de 1000 años que no hablaba con un humano, o siquiera ponía un solo pie en la Tierra, literalmente hablando.*
*A los pocos minutos, estaban de nuevo en el asfalto de la lúgubre y solitaria callejuela, terriblemente sucia y devastada por la contaminación y la basura local, pero Raphael no le presta la menor intención al sitio. Ahora mientras camina, no era de extrañarse que llamara la atención de aquellos grupillos pertenecientes a cierto bando de los criminales más buscados en ciudad gótica. El rubio, como es de esperarse, no les presta atención, aunque sabía que esos hombres disfrazados con mascaras oscuras, bufones u otro distintivo, son solo escorias. Raphael estaba más interesado en buscar a Alexiel, el ángel orgánico que ha despertado, o eso se rumora en la corte celestial, y la mejor manera de buscar, quizá sea inmiscuirse con la especie de humanos que habitan la tierra, vaya que dicha especie siempre cambia con el pasar del tiempo.*
*Imposible que un arcángel le tema a un simple humano, sin importar la habilidad que éste tenga. Le observaría con severidad, aunque sin perder el porte y la calma.*
- Qué curioso, -embozó una delineada sonrisa de sus pálidos labios- justo pensabas en poner una trampa para que caiga directo a ella. *Buenos reflejos tendría aquel rubio, comenzando a invocar su poder de nuevo, el viento comenzó a soplar con fuerza, devastando todo a su paso. De sus alas saldrían una especie de plumas que son cuchillas.*
- Sabes, deberías calmarte pequeño humano, ciertamente no tengo nada en tu contra, mi único objetivo es buscar un peligro más inminente, una perversa aparición que es capaz de destruir todo en un parpadeo. Será interesante saber más del mundo luego de 2000 años de lejanía con los humanos. Anda, vayámos por un trago. *Mencionó el arcángel con verdadera tranquilidad, cualquiera en su lugar estaría aterrado por la capacidad y sed de sangre de aquel mercenario buscado por las autoridades de la ciudad.*
- Pobre, vacío y desdichado eres, pequeño Bane, ¿que tipo de maldición, castigo o tortura han hecho de ti? -respondió el perverso ángel, aunque cautivado por la reacción del mercenario- Veo que has logrado esquivar mi ataque, pero si yo estuviera en tu lugar, no subestimaría el poder de un ser que ha vivido más de lo que te imaginas. *El clima cambiaría de manera inestable, incluso las engrosadas nubes cubrieron el manto del cielo, oscureciendo más de lo que normalmente se puede denotar. Raphael le observaría calmado, tranquilo y sereno, divirtiéndose con cada acto de su contrario, vaya que los humanos suelen ser predecibles y fácilmente de irritar.*
*El hermoso resplandor desapareció a los pocos minutos que llegaron a la nueva ubicación, al igual que las hermosas alas del joven Raphael.*
- Tu peor pesadilla si vuelves a dirigirte de esa manera. *Masculló el perverso arcángel, seguido de su único acto que fue alzar su mano para lanzar una ráfaga de aire, cuya sufiente fuerza es para tirar y/o azotar a su contrincante. Se sabe que los seres como el rubio, son demasiado hostiles y bastante soberbios cuando se trata de poseer grandes poderes, más aún si se trata de un humano de quien provino la falta. Observaría de Bane con la finalidad de querer probarlo, incluso es capaz de desatarse una pelea entre ambos chicos, aunque Raphael posea poderes, no significa que no pueda morir.*
- ¿Tiempo dices?, -mueve la cabeza de un lado a otro, negando en tono de desaprobación a Bane- Es lo que menos necesitas, pequeño humano. *Le observó con esa mirada gélida y carente de ... ¿humanidad?, tal vez ... después de todo, Raphael no es parte de éste plano. Y al igual que Bane, escucharía las sirenas cada vez más próximas al banco, entonces añadió con sutileza y serenidad en su voz.*
- Bien, bien por lo visto necesitas un poco de ayuda, te daré eso que tanto aprecias y llamas "Tiempo".
*De pronto, frente a los ojos del mercenario, una hermosa y radiante luz apareció en el escenario, blancas y suaves plumas caen y se ondulan con el frío viento, pero lo más curioso aún, es que a espaldas del rubio se dibujan unas enormes y emplumadas alas, y más sorprendente aún es, que ambos policías ... ¿recobraron la vida?, ¡Si, así es!, Bane estaba hablando con un joven arcángel, una deidad, una criatura de luz o como se le pueda llamar.*
* La oscura penumbra característica de la Gothan city, fue retirada por el resplandor antes mencionado, alumbrando todo a su paso. Pareciera que el tiempo se había congelado, pues de un segundo a otro, Bane y Raphael habían desaparecido de aquel sitio y dejando ahí a los policías confundidos y cegados por el poderoso alumbrar del arcángel. Ahora ambos se habían transportado a lo que parece ser la azotea de una enorme edificación de aproximadamente 15 pisos, claro que Raphael no le retiró las bolsas que el mercenario hurtó del banco, ciertamente le es indiferente.*
- Listo, ahora tienes todo el tiempo disponible, hombre enorme. Tal vez, tu puedas serme de ayuda
*Introvertido es aquel arcángel del viento, sumido en sus pensamientos e ignorando todo a su paso. Fue entonces, que escuchó una voz gruesa y bastante ronca, proveniente de un hombre alto y fornido, pero pese al agravio, el rubio presume de estar ileso.*
- No podría lastimarme con el golpe de un mortal como tu, ¿porqué lo piensas de esa manera? *Se atrevió a cuestionar al hombre, cuya composición corporal es mayor, al triple a diferencia del cuerpo esbelto de Raphael. Pronto, los orbes azulados de tono pálido, se fijaron en los cuerpos de los policías, vaya una terrible escena, después en el inconfundible Bane. Cualquiera hubiese huido, pero eso no está sucediendo con Raphael, ¡oh, no claro que no!, ¿desde cuando un ser inmortal debe temer por un simple y desdichado humano?, quizá nunca ha sucedido eso, pero venga que Raphael siempre tienta más a la suerte de lo que se pueda aparentar.*
*Durante aquellos segundos, el rubio observaría las indumentarias vestimentas, entre éstas, las peculiares venas resaltadas que se dibujan bajo la gruesa piel del aclamado individuo con el que ahora se ha topado, además de la máscara que cubre una mayor parte de su rostro, pero sin mostrar una sola pizca de terror, añadió.*
- ¿Acaso crees que soy tan frágil como el cuello del policía?.
R/Off: No precisamente, el rol que manejo tiene un poco de todo, aunque me puedo acoplar a uno de pelea. Le envió mi inicio es espera que sea de su agrado, aunque es un poco largo, jejejeje.
R/On:
*Durante el transcurso de la historia, la humanidad ha dado grandes cambios desde tiempos inmemorables. Los historiadores han escrito infinidad de libros exponiendo grandes teorías sobre quién o qué ha ocasionado la aparición del humano en el mundo. Algunos individuos, conocidos como científicos y antropólogos, se basan en teorías que indican la existencia del hombre, quien fue el último en llegar, pero ha sido el primero en desarrollar el cerebro para conquistar las fuerzas de la naturaleza y evolucionar con el paso de los años, siglos y milenios mediante el exhaustivo estudio de los huesos de los primeros antepasados. Mientras tanto, otros se escudan en la religión ... ¿y quien diría que los ángeles y demonios conforman también este mundo?, sobretodo por la guerra que en un principio de los tiempos dio inicio a una serie de eventos de odio y amores imposibles, predicciones apocalípticas que cobraron vidas enteras de humanos, ángeles y demonios, por infortunio, ese evento fue borrado y/o olvidado del recuerdo de la mente humana.*
*La historia, que es la torre más poderosa de la experiencia, comenzó en el tiempo que ha construido los campos infinitos de las épocas pasadas, así mismo, se dice que después de la creación, durante la época de los ángeles y demonios en la Tierra, los niveles más altos del infierno son espejo una de la otra. Mientras la humanidad contaminaba y destruía la Tierra, el infierno también comenzó a debilitarse. Aprovechándose de que el creador, Dios, duerme para recolectar su energía y de la debilidad de sus enemigos, los ángeles comienzan una guerra en contra del infierno. Los corruptos ángeles que pelean en la guerra cometen crímenes y asesinatos bajo el nombre de Dios, lo que está en contra de la moral de Alexiel, uno de los seres más altos de la existencia, tercero solamente a Dios. Ella es, en rango, igual que su hermano gemelo, el Ángel Inorgánico Rosiel. Alexiel siente que los demonios son incluso más puros, ya que ellos no ponen como excusa la pureza para cubrir sus crímenes. Alexiel entonces se une al bando del infierno y declara una rebelión oficial contra Dios.*
*Ahora, la historia se repite, dentro de mil años, otros mil más, y así sucesivamente, puesto que no existe cada segundo, minuto y hora que pasan desapercibidos para los seres de luz y oscuridad, especialmente para los ángeles elementales, quienes tienen un papel importante. No obstante, Alexiel había aparecido de nuevo y eso conlleva rastrear cuidadosamente su aura a través de los kilómetros de metro y autobuses, ciclistas y peatones, en busca de la más leve aroma de la lluvia. Incluso los vientos a mares se reconcilian en longitud. *
Raphael un joven de cabellera rubia y orbes de tonalidad azul cielo, llevaba el cargo más importantes del cielo: "el ángel elemental del viento de las grandes virtudes", quien había permanecido allí sobre cada época antigua, y en este momento, se haya sobre la vía pública caminando entre la acera de las bulliciosas calles de la ciudad, llevando su mano izquierda dentro del bolsillo de su gabardina extrayendo una caja con cigarrillos y colocando uno de ellos en la comisura de sus labios, así mismo, encendiendo de éste mediante la pequeña flama de un encendedor, mismo que resguardo de nuevo dentro de su vestimenta. Raphael demostrando cuan actitud pensativo, serio y lascivo, ignora completamente, el agitado caos de las calles, y el monótono estilo de vida cotidiana del hombre actual, los cuales, son simples compuestos del ambiente urbano y parte del escenario donde se tiene que llevar a cabo la búsqueda de Alexiel, el ángel Orgánico que fue separado de su cuerpo y alma, el primero yace en los más profundos suburbios del Cielo, mientras el segundo, reencarna siempre en un cuerpo humano, mismo que es buscado por ángeles y demonios para sus conveniencias.*
*El joven de cabellera rubia, caminaba sin rumbo fijo por los andares, entre pensamientos que no tomaba por alto, y el recuerdo de Alexiel, cuando ésta era temida tanto por ángeles como por demonios, pero al oponerse ante Dios, este le castigó dándole la muerte, pero no una definitiva, si no que reencarnaría en una y otra vez, y en cada reencarnación tendría una muerte horrible. *
*Por otra parte, no se podría olvidar, el peculiar gusto de Raphael por seducir a las mujeres a lo largo de los siglos y como él se mueve de amante a amante, degradando moralmente su cargo, sin sospechar que pronto acabaría por conocer otro tipo de relación al que él acostumbra tener con los humanos, sin olvidar también, su búsqueda de Alexiel. *
