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Thelilacwitch · 22-25
Era hermoso verlo disfrutar, tanto que dolía. Pero el dolor no era problema, era un segundo tipo de gusto. La potente descarga de su escencia la hizo temblar en un escalofrío por la espalda, arqueándose en ella.
Mantuvieron esa posición por un rato. Janâ se rehusaba a moverse, estaba encantada, como si la hubieran hechizado. Irónico para una bruja. Le extendió los brazos para reclamarlo. De toda la travesía su parte favorita era acurrucarse y brindar atenciones extra, a cambio de sentirse admirada.
Después de todo seguía siendo vanidosa.
━━Mi pecho es más cómodo para que descanses, ¿por qué sigues ahí?
Mantuvieron esa posición por un rato. Janâ se rehusaba a moverse, estaba encantada, como si la hubieran hechizado. Irónico para una bruja. Le extendió los brazos para reclamarlo. De toda la travesía su parte favorita era acurrucarse y brindar atenciones extra, a cambio de sentirse admirada.
Después de todo seguía siendo vanidosa.
━━Mi pecho es más cómodo para que descanses, ¿por qué sigues ahí?
AemondTargaryen · 31-35
— Ngh...— Le encantó esa mordida, significaba que ya habían pasado la línea de la decencia y sólo importaba el instinto.
Puso las manos en el reverso de sus rodillas, las empujó hasta que estas casi tocaron sus senos y con eso consiguió todo el espacio posible para penetrarla.
Quiso ver, enderezó su torso al mejorar el apoyo en sus rodillas y se topó con la imagen de su coño expuesto, brillante de humedad y atravesado por su falo; fue la mejor visión de su vida.
Iba a venirse así, con esa imagen justo frente a él. Sin dejar de observar volvió a embestir su vagina, hasta que una sacudida lo recorrió y anunció su orgasmo.
Pero por supuesto se aseguró de venirse lo más dentro posible; le llenaría el útero con su semilla. Así se vacío dentro de ella.
Puso las manos en el reverso de sus rodillas, las empujó hasta que estas casi tocaron sus senos y con eso consiguió todo el espacio posible para penetrarla.
Quiso ver, enderezó su torso al mejorar el apoyo en sus rodillas y se topó con la imagen de su coño expuesto, brillante de humedad y atravesado por su falo; fue la mejor visión de su vida.
Iba a venirse así, con esa imagen justo frente a él. Sin dejar de observar volvió a embestir su vagina, hasta que una sacudida lo recorrió y anunció su orgasmo.
Pero por supuesto se aseguró de venirse lo más dentro posible; le llenaría el útero con su semilla. Así se vacío dentro de ella.
Thelilacwitch · 22-25
[…]
Debido a esa imagen instrumentada en melodiosas pieles y voces logró posarse sobre el límite, quedarse allí resistiendo y caer al florecido campo de la complacencia; Janâ no era ya dueña de su cuerpo en ese punto. Sus miembros obedecen a los impulsos y termina aferrada a su hombre.
Debido a esa imagen instrumentada en melodiosas pieles y voces logró posarse sobre el límite, quedarse allí resistiendo y caer al florecido campo de la complacencia; Janâ no era ya dueña de su cuerpo en ese punto. Sus miembros obedecen a los impulsos y termina aferrada a su hombre.
Thelilacwitch · 22-25
Lo veía como un buen amante, siendo o no esa la intención de él, a la bruja la excitaba su confianza, impulsada por factores laterales como su seducción y el deseo sexual. Tenía gran valentía al no retroceder ante tal mujer; ella se lo comía con la mirada, con su intimidad y con la boca.
Ese cuello era apetecible por donde fuese visto, los dientes de Janâ se posaban con fuerza cada vez que se tensaban los músculos que lo conformaban. Aemond tenía ese efecto.
Tragó saliva, igual no paró de gimotearle al oído cada vez que lo sentía más vigoroso dentro de ella, ¿quería romperla? Que lo hiciera, no temía a la destrucción de su cuerpo, repleto de estímulos, si de ese modo la trascendía al paraíso. No se quedó quieta, sus caderas lo buscaban con el mismo empeño.
Con las manos trazó en su tonificada espalda remolinos sin forma con la ternura de sus dedos hasta tornarse impetuosa. Fue como una bofetada en las dos mejillas observarse, que él observara... que juntos lo hicieran.
Ese cuello era apetecible por donde fuese visto, los dientes de Janâ se posaban con fuerza cada vez que se tensaban los músculos que lo conformaban. Aemond tenía ese efecto.
Tragó saliva, igual no paró de gimotearle al oído cada vez que lo sentía más vigoroso dentro de ella, ¿quería romperla? Que lo hiciera, no temía a la destrucción de su cuerpo, repleto de estímulos, si de ese modo la trascendía al paraíso. No se quedó quieta, sus caderas lo buscaban con el mismo empeño.
Con las manos trazó en su tonificada espalda remolinos sin forma con la ternura de sus dedos hasta tornarse impetuosa. Fue como una bofetada en las dos mejillas observarse, que él observara... que juntos lo hicieran.
AemondTargaryen · 31-35
Se río un poco. Le abrazó el torso al grado de ponerle las manos detrás de los hombros y murmuró sobre una de sus orejas.
— Te aprovechas de que en este momento no puedo responder con ingenio. — Ni cerca de ello; su concentración estaba en otra parte. Ahora tenía más respuesta en sus caderas, que ya empujaban contra ella. Primero con suavidad, pero después...
Golpeó su empuje con el peso de su cuerpo. Contrajo su parte posterior y se dejó caer en ella. Esa pequeña pizca de violencia lo hizo gruñir, y todo su instinto brusco emergió.
Era como si deseara llegar más allá de su cuello uterino, con energía e insistencia. Buscaba repetir una y otra vez ese límite, que se acompañaba de una experiencia húmeda, apretada. Gimió cuando un espasmo de placer amenazó con desatar su orgasmo; había muchas palpitaciones similares.
Mierda, ¿Podría durar...? Respiró profundo, después hizo algo de espacio entre ellos para mirar justo a su pelvis, donde se unían sus cuerpos. No, no podía parar.
— Te aprovechas de que en este momento no puedo responder con ingenio. — Ni cerca de ello; su concentración estaba en otra parte. Ahora tenía más respuesta en sus caderas, que ya empujaban contra ella. Primero con suavidad, pero después...
Golpeó su empuje con el peso de su cuerpo. Contrajo su parte posterior y se dejó caer en ella. Esa pequeña pizca de violencia lo hizo gruñir, y todo su instinto brusco emergió.
Era como si deseara llegar más allá de su cuello uterino, con energía e insistencia. Buscaba repetir una y otra vez ese límite, que se acompañaba de una experiencia húmeda, apretada. Gimió cuando un espasmo de placer amenazó con desatar su orgasmo; había muchas palpitaciones similares.
Mierda, ¿Podría durar...? Respiró profundo, después hizo algo de espacio entre ellos para mirar justo a su pelvis, donde se unían sus cuerpos. No, no podía parar.
Thelilacwitch · 22-25
La expresión de su rostro era dócil, recibirlo le hizo fruncir el ceño y torcer la sonrisa. Tenía ganas de decirle algo, nacido de lo más recóndito de su retorcido corazón. Los ojos le brillaban al momento de separar los labios ninguna palabra salió, mas el suspiro ahogado habló primero.
Otra vez había pegado las manos a su piel, repasaba los dedos por sus brazos, haciendo memoria del tacto.
━━Perdón. ━━Prevalecieron sus ganas en un susurro, tomó fuerza cuando continúo diciendo: ━━Por lo gorda que te la pongo...
¡Y vaya que sintió mucha inspiración!
Janâ soltó una risa nasal, mirándole en todo momento. Era cursi decir esas cosas en la cama, pero con Aemond no tenía que reprimirse nada, ni siquiera pensaba en ello como antes.
Otra vez había pegado las manos a su piel, repasaba los dedos por sus brazos, haciendo memoria del tacto.
━━Perdón. ━━Prevalecieron sus ganas en un susurro, tomó fuerza cuando continúo diciendo: ━━Por lo gorda que te la pongo...
¡Y vaya que sintió mucha inspiración!
Janâ soltó una risa nasal, mirándole en todo momento. Era cursi decir esas cosas en la cama, pero con Aemond no tenía que reprimirse nada, ni siquiera pensaba en ello como antes.
AemondTargaryen · 31-35
¿Cómo había terminado allí...? Oh sí, se le habia ocurrido decirle fea a quien en realidad era la mujer más hermosa del mundo, y estaba a punto de volverse uno con ella. Subió sobre su cuerpo, manteniendo una vista relajada en sus ojos, dejando que ella guiase su falo hacia destino.
Una vez que ella apartó su mano y lo provocó, él decidió entrar. Empujó, encontrando que era tan sencillo resbalar camino adentro; ella estaba tan mojada que no tardó en arrinconarse a si mismo contra su cuello uterino.
Jadeó, qué deliciosa sensación. Allí dentro estaba caliente, húmedo, con su miembro siendo aprisionado en cada centímetro de su longitud. Antes de moverse le permitió acostumbrarse a su grosor, que tenía un ancho generoso al estar erecto. Consciente de su unión decidió besarla en agradecimiento, sería gentil en ese instante.
En unos segundos eso iba a cambiar. Las ganas que contenía en ese instante estaban por desatarse.
Una vez que ella apartó su mano y lo provocó, él decidió entrar. Empujó, encontrando que era tan sencillo resbalar camino adentro; ella estaba tan mojada que no tardó en arrinconarse a si mismo contra su cuello uterino.
Jadeó, qué deliciosa sensación. Allí dentro estaba caliente, húmedo, con su miembro siendo aprisionado en cada centímetro de su longitud. Antes de moverse le permitió acostumbrarse a su grosor, que tenía un ancho generoso al estar erecto. Consciente de su unión decidió besarla en agradecimiento, sería gentil en ese instante.
En unos segundos eso iba a cambiar. Las ganas que contenía en ese instante estaban por desatarse.
Thelilacwitch · 22-25
Encontraba cierta satisfacción verlo así, ella se sentía dueña de una clase de poder que utilizaba en pizcas. Lo tenía en su palma, ella decidía. Detuvo la mano ajustando el tacto en la punta caliente, húmeda y blanda, con su pulgar.
Tocarlo era excitante.
━━ Mírame ━━le ordenó, ━━ haré volar tu cabeza, mi buen amor. ━
Puso las piernas alrededor de su cadera buscando eliminar toda la cercania y unir sus cuerpos. El choque de emociones la dominaba, por un lado deseaba complacerlo hasta el cansancio, por el otro hacerle sentir dependiente en sus redes de juegos inesperados. Todavía no lo dejó hundirse, tan sólo lo ubicó en su entrada.
Lo tentaba con endebles embestidas hasta que comenzó a pesarle también aquella surgente necesidad y le concedía, de forma justa, el honor de hacerlo por sí mismo.
Tocarlo era excitante.
━━ Mírame ━━le ordenó, ━━ haré volar tu cabeza, mi buen amor. ━
Puso las piernas alrededor de su cadera buscando eliminar toda la cercania y unir sus cuerpos. El choque de emociones la dominaba, por un lado deseaba complacerlo hasta el cansancio, por el otro hacerle sentir dependiente en sus redes de juegos inesperados. Todavía no lo dejó hundirse, tan sólo lo ubicó en su entrada.
Lo tentaba con endebles embestidas hasta que comenzó a pesarle también aquella surgente necesidad y le concedía, de forma justa, el honor de hacerlo por sí mismo.
AemondTargaryen · 31-35
Aemond estaba tenso. Apartó sus manos de su entrepierna y se reincorporó agitado.
Tenía que controlarse por dos muy buenas razones: no quería imponerse de forma brusca, ni tampoco adelantar su extasis de forma prematura. Era todo un reto, pues su falo palpitaba con hambre por sentir lo mismo que sus dedos; incluso su frente ya había comenzado a sudar.
Cuando ella le abrazó se dejó llevar. Acomodó su cuerpo sobre el suyo y la mano ajena le compró tiempo con sus caricias. Su hombría se sentía dura, con la temperatura en ebullición. Al centro del glande una pequeña gota traslúcida se asomó. Él gruñó cuando le sacudió un escalofrío ante la estimulación.
— A este paso me volverás loco. —
Tenía que controlarse por dos muy buenas razones: no quería imponerse de forma brusca, ni tampoco adelantar su extasis de forma prematura. Era todo un reto, pues su falo palpitaba con hambre por sentir lo mismo que sus dedos; incluso su frente ya había comenzado a sudar.
Cuando ella le abrazó se dejó llevar. Acomodó su cuerpo sobre el suyo y la mano ajena le compró tiempo con sus caricias. Su hombría se sentía dura, con la temperatura en ebullición. Al centro del glande una pequeña gota traslúcida se asomó. Él gruñó cuando le sacudió un escalofrío ante la estimulación.
— A este paso me volverás loco. —
Thelilacwitch · 22-25
Le detuvo muy a su pesar. Quería estar seria para el momento mas la sonrisa era incontenible; ya no le importaba dar un aire amenazador.
Ya sentada, aún con las consecuencias de la agitación, le agarró de las mejillas para acercarlo a su cara. No dijo nada, aprovechó la cercanía para poner la mejilla contra la suya, asiéndolo de los hombros después para llevárselo encima.
El roce de sus cuerpos desnudos le da calma, pensando en Aemond no. Él ya debía estar ansioso, lo sentía perfectamente -en ambos sentidos-.
Con la misma calma y picardía que la procedían alargó el brazo tomando con su mano el miembro hinchado. Le besa el cuello, huele tan masculino que no puede evitar morder, mientras ella sigue acariciando. De arriba abajo.
━━¿Mejor?━━le preguntó, muy amorosamente, haciéndole saber que le importaba y que pensaba en él. Pero esa era sólo una pequeña muestra de lo que traía en mente.
Ya sentada, aún con las consecuencias de la agitación, le agarró de las mejillas para acercarlo a su cara. No dijo nada, aprovechó la cercanía para poner la mejilla contra la suya, asiéndolo de los hombros después para llevárselo encima.
El roce de sus cuerpos desnudos le da calma, pensando en Aemond no. Él ya debía estar ansioso, lo sentía perfectamente -en ambos sentidos-.
Con la misma calma y picardía que la procedían alargó el brazo tomando con su mano el miembro hinchado. Le besa el cuello, huele tan masculino que no puede evitar morder, mientras ella sigue acariciando. De arriba abajo.
━━¿Mejor?━━le preguntó, muy amorosamente, haciéndole saber que le importaba y que pensaba en él. Pero esa era sólo una pequeña muestra de lo que traía en mente.
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