Se estremeció al instante, sus manos no reaccionaron provocando que perdiera nuevamente en aquel nivel, agitó la cola a ansiosa y gruñó en respuesta. —Venga... Si haces eso menos voy a poder y no huelo a cachorro... —sujetó nuevamente el control, nuevamente lo intentaría.
—¿No que era tan fácil, Lappland?— Decidió que desconcentrarla un poco más sería divertido, así que movió su rostro lo suficiente como para aspirar el aroma de su cuello, antes de darle una lamida. —Hueles a cachorro.
— Sería pan comido. — Orgullosa agregó antes de abrir su boca y tomar el bocado que le ofrecía Texas. Decidida tomó la consola y enseguida inicio la misión que su compañera no podía pasar, había iniciado bien sin embargo había ciertas dificultades. —Agh maldición... —
—Agh.— Cuando perdió definitivamente soltó la consola sobre las piernas de Lappland. —Quiero verte intentándolo.— Extendió su mano después hacia sus golosinas, y tomó otra para colocarla entre sus labios.
—¡Ouch!— Se removió un poco por la mordida. — No culpes a otros de tus malas habilidades, Texas. — pero su insolencia era algo que no podía dejar de lado, era parte de ella.
