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[Sᴀɴɪᴛʏ; Pʀɪ́ɴᴄɪᴘᴇ ᴘᴀʏᴀsᴏ ᴅᴇʟ ᴄʀɪᴍᴇɴ; ʀᴏʟᴇᴘʟᴀʏᴇʀ]
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SK1572994 · F
Caminaron por algunos minutos, quizás 5 o menos, al ver la sonrisa amplia y burlona del payaso, ella no perdió control y solo se dedico a observar a su alrededor y no bajar la guardia, a estas alturas todo podía suceder con el demente delante de ella.
—Ahórrate los halagos... Vamos al grano.
Respondió y siguió con la vista a cada persona ubicada a los alrededores que con solo un gesto del joker, abandonaron el lugar; el comenzó a caminar y desde luego la felina le siguió de cerca, mientras seguía escuchando sus palabras.
—Sin duda, el mundo no puede ser cambiado, mientras las personas sigan con su misma mentalidad... tenemos concordancia en que todo es un ciclo infinito...
Al terminar, hizo una breve pausa, una limusina aparco delante de ellos, uno de los secuaces abrió la puerta y claro, el burro por delante entro al lujo vehículo; ante eso, la felina pensó en sus posibilidades, pero era difícil aventurarse con tanta arma y ella sola solo con su látigo. Respiro profundo y ella entro también al carro, sin dejar de poner atención en la palabrería del lunático payaso.
—Y mi beneficio, ¿Cuál es? ¿Para que necesitas mi ayuda? Tienes todo un ejercito de chiflados que mueren por ti, al ayudarte. ¿Acaso requieres que hurte algo para ti?
Le miró de reojo, al estar dentro y que la puerta se cerrara una vez que ambos estuvieron dentro del vehículo.
—Ahórrate los halagos... Vamos al grano.
Respondió y siguió con la vista a cada persona ubicada a los alrededores que con solo un gesto del joker, abandonaron el lugar; el comenzó a caminar y desde luego la felina le siguió de cerca, mientras seguía escuchando sus palabras.
—Sin duda, el mundo no puede ser cambiado, mientras las personas sigan con su misma mentalidad... tenemos concordancia en que todo es un ciclo infinito...
Al terminar, hizo una breve pausa, una limusina aparco delante de ellos, uno de los secuaces abrió la puerta y claro, el burro por delante entro al lujo vehículo; ante eso, la felina pensó en sus posibilidades, pero era difícil aventurarse con tanta arma y ella sola solo con su látigo. Respiro profundo y ella entro también al carro, sin dejar de poner atención en la palabrería del lunático payaso.
—Y mi beneficio, ¿Cuál es? ¿Para que necesitas mi ayuda? Tienes todo un ejercito de chiflados que mueren por ti, al ayudarte. ¿Acaso requieres que hurte algo para ti?
Le miró de reojo, al estar dentro y que la puerta se cerrara una vez que ambos estuvieron dentro del vehículo.