rol mode off:Buenas dias,te agradesco que aceptaste mi solicitud y espero que voy a tener un ameno rol con tu personaje.
rol mode on: ::en un dia cuando un chico esta caminando sobre la calle hacia su escuela,esta jugando con sus llaves y lanzandolos ariba en el aire y luego los atrapa pero cuando lo haga por a segunda vez,esta vez escapa sus llaves y las llaves se caen sobre tus pies:: Uh? ::el chico de 16 años esta vestido en su uniforme y tiene cabello naranjado y ojos de color verde-amarillo(como esta en la imagen)
Perdon,son mis llaves XD ::comienzo a acercarme hacia a ti para recuperar mis llaves::
rol mode off: No te preocupes a mi tambien me suele pasar. Lamento la demora, gracias por no borrarme aun.
rol mode on:
::en la orilla de un bosque lleno con arboles y arbustos se encuentra un joven de 16 años con unos audifonos sobre sus dos oidos escuchando musica::
::esta vestido con una blusa roja sin mangas y encima tiene chaleco blanco todavia sin mangas, sus dos piernas delgadas son cubiertos por un pantalon de jeans y en sus pies lleva un par de sandalias.Tiene un cuerpo delgado y ojos de color armario a verde (casi miel) y tiene el cabello algo desordonoado pero asi es su naturaleza y es de color anaranjado. Se encuentra bajo de un arbol grande y grueso apoyado con su espalda contra el tronco de aquel arbol esperando que la lluvia se para::
Su cola se erizó ante el impacto del residuo de manzana contra la puerta. —¡...!— Su madre siempre le había dicho que fuera discreta mientras permanecía ahí, pues cualquier cosa que llamara la atención de los vecinos podría terminar con su tranquilo escondite perfecto. Apretó su mandíbula con fuerza, estaba perdiendo la paciencia ante las constantes provocaciones del felino intruso. Hizo uso de sus orejas para saber si algún humano se encontraba en las casas adyacentes a la suya, para su fortuna, no se escuchaba nada, lo cual significaba que muy seguramente no se hallaban en casa. Dejó escapar un suspiro de alivio que trajo de vuelta su espíritu a su cuerpo. Enseguida, volvió a fijar su mirada en el albino al ser oyente de sus palabras.
—¿Acaso te volviste loco, gato? Jamás bajaría la cabeza ante una bola de pelos como tú...
El orgullo era un rasgo característico de los lobos, razón por la cual reaccionaban ante la más mínima provocación, pero a diferencia de los perros ellos no caían tan fácilmente como para actuar desesperadamente. Frunció su cejo ante tal desafío articulado, deseaba callarle la boca al responsable de que su tranquilidad estuviera en peligro, pero sabía perfectamente que debía mantener la calma y no actuar por impulso, pues de hacerlo, el único que conseguiría la victoria sería su opuesto. Una grácil sonrisa se definió entre sus labios tomando con su diestra una manzana mientras con la otra acariciaba su cola con suavidad.
—No me confundas con un perro cualquiera, gato~ Jamás caería en una trampa como esa.
Murmuró, pues sabía que, como animales, ambos eran capaces de escuchar lo que los humanos en su vida podrían.
Su ceño se fruncía más con cada palabra nueva que salía de los labios de aquel felino. —Tsk... Como siempre, los gatos de altaneros— pensó, mientras seguía observante de aquel muchacho. Así, y tras ser oyente de una parte en específico, desvaneció el ceño fruncido y lo remplazó por una expresión de duda. —¿Mirar?— se dijo a sí misma mientras llevaba su mirar hacia el sitio señalado. Es cierto, veía la mejilla enrojecida, pero no comprendía qué tenía que ver eso con ella. Parpadeó repetidas veces sin conseguir captar la idea... Y al final siguió sin captarla, pero su atención nuevamente fue atraída por la advertencia... Quizá amenaza, por parte del albino.
—No te atrevas, gato..
Expresó, con notable desaprobación al respecto, y nuevamente con el ceño fruncido en el rostro y unas fuertes ganas de morder al intruso que había acabado con su tranquila comida. Aunque, por una parte, le inquietaba el verlo por primera vez, no creía que fuera de ahí o habría percibido su despreciable olor a kilómetros. Seguramente era recién llegado, pero igual no iba a permitir que aquél afectara la tranquilidad de su madre adoptiva sólo por simple diversión.
Out: Está bien, de hecho ese era el objetivo, pero muchos no lo ven XDU
Ignorante de lo que ocurrió por su descuido, continuó en sus propios asuntos. La cesta ya casi estaba vacía y su antojo aún no se saciaba por completo. Al sacar una nueva manzana de la caja, la observó fijamente, preguntándose qué era lo que tenía esa fruta que la volvía tan adictiva. Se había ensimismado tanto en ese punto, que no se percató del acercamiento de un ser extraño, al menos, no hasta que escuchó tales palabras a una distancia considerablemente corta. Sus orejas y su cola se erizaron por la impresión, volteando de golpe hacia la ventana, dirección de donde había provenido tal comentario.
Sus párpados se abrieron de par en par. Debido a la sorpresa, se dejó llevar por lo que sus ojos mostraban en un inicio. —Un humano— pensó al borde del pánico. Sin embargo, y una vez ya más calmada y consciente, debido a la actitud tan pedante mostrada por su opuesto, comenzó a escuchar a sus sentidos. —No...— pensó de nuevo, esta vez olfateando la esencia que aquél emanaba. —No es humano... Es...—. Siguió escuchando toda palabra que el albino articulaba, y ante más escuchaba, más perdía la poca paciencia que tenía. Un tic nervioso surgió en su párpado mientras apretaba su puño con fuerza. Aunque aquel tuviera razón en todo lo dicho, no iba a permitir que un gato viniera a decirle qué hacer en su "propia casa".
