— Lo decía en serio sensei, eres una mujer verdaderamente hermosa y sorprendente- ~casi surrusurrando y avergonzado termino su frase~ tanto así que a veces me cuesta solo verte como mi sensei. El joven luego agachó su cabeza y continuó sus estudios esperando hacerlo bien y concentrando todos sus esfuerzos en hacer sentir orgullosa a su sensei.
Arqueó una de sus cejas, se pudo ver en su gesto un poco de molestia, al expulsar el humo apagó el cigarrillo en contra del muro que estaba cercano a ellos, la vista desde ahí era admirable. — Caesar Anthonio Zeppeli— Le llamó con un tono de voz un tanto duro — Estoy aquí para darte guía en tu entrenamiento, tu camino para ser un Hamon Máster... No para hablar sobre tus "dotes" de casanova—
— Aún no entiendo como mantener mi respiración tranquila y constante cuando tengo una mujer tan bella cerca de mi. Dijo de forma avergonzada y un poco tímida esperando que sus tiernas palabras hicieran mella en su distante e inmutable sensei.
Al ver la seriedad de su maestra decidió no preguntar mas del tema y volver a sus estudios esperando una nueva oportunidad para saber del pasado de aquella bella dama. — volveré a mis estudios sensei, podrías ayudarme?
Esa pregunta le hizo tener unos recuerdos bastante oscuros de su pasado, su gesto se endurecio a tal punto que tuvo que calmar sus pensamientos al calar de nuevo del cigarrillo. — Yo, siempre he fumado. No es por nada especial— No tenía ningún sentido hablarle a él de su pasado, era una situación dramática y jamás se mostraría vulnerable frente a su alumno.
Al ver a su sensei tomar del mismo cigarrillo que hace unos segundos estaba en su boca se sintió cautivado por ella aunque no due capaz de decir nada sobre eso se ruborizo un poco. — Ciertamente olvidé que también fumabas sensei, yo lo uso cuando necesito poner mi atención en algo. Y tu porqué fumas sensei? Preguntó de forma directa y con un poco de vergüenza al sentir que estaba traspasando los límites pero aun así no se detuvo.
Por unos instantes se le vió sonreír. — Te tomas muy enserio lo que digo, yo también fumo ¿Lo sabes? ¿No?— Ahora ella caló del cigarrillo, poco le importó que acababan de compártirlo. — ¿Concentrarte? O ¿Distraerte? Éste vicio nos hace escapar de la realidad así mismo como se esfuma el humo en el aire— Exhaló. Ese humo acarició esos gruesos labios teñidos en rojo.
—Pero, pero sensei, es que me ayuda a concentrar. Dijo con algo de sorpresa al ver que ella no lo arrojó a la basura sino lo conservaba aún encendido en sus largos y elegantes dedos.
— No lo decía por eso, parece que ignoras por completo el órgano vital para ser usuario de Hamon— Acercó su delgada mano hacia él para quitarle de un movimiento ágil el cigarrillo que éste tenía.
