"Deberías detenerlo..." Pensó para si, pero su razón sonaba tan lejana que no parecía ser capaz de atender a sus exigencias, la voz de Shaitan llenaba su cabeza y provocaba sus mas bajos instintos, esos que había reprimido desde hacía tantas existencias en su afán por evitar cualquier tipo de lazo con nadie.

Pero en ese momento no quería contener absolutamente nada, fuese por propio capricho o por el estado de ebriedad en el que se encontraba solo deseaba continuar con aquel encuentro hasta el final, disfrutar de la calidez contraria mientras la propia no hacía más que aumentar.

—Tú también... Shaitan— Respondió entre jadeos y con la respiración entrecortada, al tiempo en que sus manos abandonaban su sitio en la nuca del dragón para tomar sus ropas ya desordenadas y retirarlas sin más, dejando al descubierto su cuerpo entero, más no se detuvieron ahí, buscaron los lazos de tela que ataban las vestimentas ajenas para deshacerlas casi con prisa al tiempo en que le besaba ansioso.

Uno exigía más del otro, y mientras los brazos ajenos lo acercaban más por el cuello, las manos propias deshacían toda atadura de sus ropas, se metían bajo ellas y acariciaban la piel en el abrazo. Demandaba más territorio en su boca con su lengua, y al mismo tiempo en su cuerpo con sus manos, deslizándolas por su trasero para apretarlo con más propiedad que aquella vez.

Aprovechó aquello para rozar su entrepierna contra la contraria, y en la fricción se sintió que su virilidad había comenzado a despertar y no tardaría mucho en demandar.

—Desvístete, ahora.

Logró musitar apenas se separaron sus labios, la respiración afectada imposible de disimular.

Algo hubo en esa voz grave pronunciando si nombre que lo hizo vibrar, si algo quedaba de su resistencia aquello lo arrastró por completo y terminó por dejarse llevar por las acciones de ese dragón al que al parecer era incapaz de oponerse.

Ya culparía al alcohol después, al menos ese era su plan y siguiendo en esa misma línea de pensamiento se decidió por aprovechar la situación un poco más de lo que se habría permitido estando en sus 5 sentidos, sus brazos buscaron rodear el cuello del mayor y su boca se volvió exigente, correspondiendo esos besos y buscando mucho mayor contacto con los labios de Shaitan, se sentía necesitado por él, por profundizar los besos entre ellos.

—Mngh...—

Al ser una especie más grande, necesitaba mucho más licor para embriagarse, y sin embargo había estado bebiendo en la ciudad desde antes de su encuentro. Odiaba sus estadías en la pútrida ciudad, lo único que hacía mejores sus noches eran litros de baijiu, y esa noche en particular, encontrarse con el fénix en la montaña.

Sonrió al escuchar y sentir su nombre contra sus labios, y respondió de la misma manera.

—Mao...

El juego de sus labios no fue torpe de su parte, sino intencionalmente lento, íntimo y profundo. Lo rodeó con sus brazos, apegándolo todo lo posible a su cuerpo y se dedicó a invadir con su lengua cada rincón de su boca, saborear todavía el alcohol en sus labios, y succionarlos hasta hincharlos.

¿Se le habían pasado las copas? Era un poco obvio, sus inhibiciones usuales se fueron deslavando con cada trago que se llevaba a los labios.

—Shai...— Murmuró contra su boca en un momento de lucidez, mismo que duró nada al sentirlo tan cerca, al saborear el alcohol en su lengua.