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YuanWuFen · 100+, M
— Niño... eres mucho más frágil de lo que esperaba. Con un simple golpecito y haces tanto alboroto.

La llamarada que bufó era realmente poderosa, pero para él, era como una simple brisa. Nada de eso le afectaba pues a sus ojos, se veía todo ralentizado, como si fuera un juego de niños.

Incluso se quedo en cuclillas una vez que esa llamarada siguio su rumbo. Era como si se burlara del menor, que tecnicamente sería un infante comparado con su edad.

Era entretenido ver esas expresiones de enojo, había algo que le llenaba de satisfacción. Terminó riendose como si nada importara.

— Deberías aprender a medir tus emociones, en una pelea, actuar de manera tan imprevista solo te llevará a la ruina.
Shaitan · M
Los nervios lo ponían a la defensiva y esto solo hacía que su temperatura corporal se mantuviera alta, manteniendo un escudo de aire caliente involuntario a su al rededor.

Se mantenía atento a que el que parecía mayor entre ambos lo estaba rodeando y evaluando duramente con la mirada. Verlo aparecer repentinamente frente a él fue una sorpresa, pero allí pudo percibir el olor de ese ser y lo reconoció como su misma raza. Esa impresión bajó su guardia para el momento en el que sintió el golpe de ambos dedos que le llevó la cabeza hacia atrás.

—¡Hey!

Lo había puesto de mal humor y su primera reacción fue dejar salir una espesa llamarada de su aliento hacia él.
YuanWuFen · 100+, M
No pensaba responder la interrogante, en lugar de eso, empezó a rodearle con un paso sereno y silente. Sus pisadas no emitían sonido, y sus ojos no se despegaban de aquella silueta juvenil, un tanto frágil y delicada a su juicio pero las expresiones que manifestaba endurecian esa tierna faz.

— Tan infantil... tan indefenso...

Bufó con un tono lleno de burla y sarcasmo. Aunque su destino llamó su atención, para él cualquier tipo de ser vivo era una simple entretención, algo que mataba su aburrimiento. Ver esa faceta de chico malo y poderoso no le asustaba, más bien, le causaba mucha gracia.

Magia o sorpresa, serían las palabras que describirían la acción que realizo. Fue como si el tiempo saltara por un breve instante, quedando de pie frente al joven. La llamarada que solto no fue una sorpresa para él, pero no controló el golpe que dió en la frente del joven dragón. Un golpe hecho con sus dedos índice y medio de manera muy frívola y cortante.
Shaitan · M
Su exploración por Terra se había visto entorpecida cuando perdió su rumbo sin notarlo. El olfato de los dragones era algo interesante: no era bueno como el de un can, sólo se volvía infalible cuando las feromonas jugaban un papel importante en la situación; de resto, su ubicación dependía de factores que Shaitan, en su estado más racional, no había logrado dominar.

No tenía miedo, pero estaba confundido. Miraba el territorio frente a él con detalle; ¿esa era la misma planta que vio antes, o sólo eran muy parecidas? Mientras evaluaba todo esto, no se dio cuenta de quien lo evaluaba a él desde atrás.

Al escuchar repentinamente la voz, dio un ligero brinco y su temperatura corporal se elevó de golpe, soltando además una pequeña flama desde su aliento. Se dio vuelta, retrocediendo de inmediato, con la guardia alta.

—¿Q-Quién... es usted?
YuanWuFen · 100+, M
… un pequeño portal que lo condujo a escasos metros de su objetivo. Una tierra desconocida a su hogar se abría frente a sus ojos, y aquel portador del fuego yacía frente a él, dándole las espaldas. Lo más probable es que no se percatara inmediatamente de su presencia, pero se quedo ahí, como si estuviera pasmado en el tiempo, analizando cada detalle en el joven frente a sus ojos.

— Realmente eres muy interesante…
YuanWuFen · 100+, M
Tantos eones transcurridos, tiempo que para él solo fue un simple parpadeo, tan utópico, tan risible... su único entretenimiento era contemplar las estrellas y ver el tiempo correr frente a él. Millones de posibilidades, incontables líneas entretejidas que culminan en destinos tan exquisitos e interesantes.

Esa noche hubo una estrella que llamó su atención, una estrella roja que ardía ferozmente en la distancia. Una suerte tan entrelazada que captó la atención de aquel que gobierna el destino. Un dragón solitario que pasa sus días en silencio, observando, analizando y guardando en silencio el futuro que depara a otros, pero esa estrella tenía algo le hizo desear encontrarse con el portador de tan fulguroso sendero.

Rara vez mostraba su verdadera forma, como dragón podía causar mucho terror en quien lo viera, asi que prefería una apariencia mundana, con el rostro cubierto guardando el misterio de su esencia, pero tan diestro con la magia que en un santiamén abrió ... (+)

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