« Back to Album · Next »
—El ardor en la espalda se vuelve adictivo.
 
Newest First | Oldest First
SW-User
—Podría ponerlo en duda...— Aunque no dijo más, no quería llevarle la contraria puesto que en esa forma de describirse iba implícita la manera en que se percibía, no era quien para contradecir esas palabras sin saber su causa o siquiera haber visto su verdadera forma.

—¿Ahora?...— Lo dudó un momento, pero a ese punto no había motivos para negarse, ya se había decidido a mostrarse sin rodeos para él aprovechando la intimidad de aquel solitario sitio donde ambos estaban compartiendo.

Se separó, encaminandose al borde de la fosa para salir del agua, su fuego oscuro emergió de su ser, envolviendolo en un capullo llameante que finalmente se dispersó en una ligera explosión de viento ardiente, rebelando a un ave apenas un poco más pequeña que su forma anterior, de enormes alas negras y plumas abundantes, se posó en una roca cercana, clavando su mirada rojiza en el dragón para finalmente soltar un chillido.
Shaitan · M
Miró las plumas caer, logrando atrapar solo una en el aire y la acarició un poco con uno de sus dedos, pero terminó despeinada, mojada y algo doblada.

—Soy... Grande. No muy agraciado.

Era todo lo que podía decir de su forma original, esa apariencia intimidante encontrándose introvertido. No sé consideraba sublime o majestuoso, solo una gran bestia, y sabía que había sembrado el terror en incontables ocasiones.

Ante el nuevo ofrecimiento, sonrió con suavidad.

—Me gustaría verte... ¿Me mostrarías ahora?
SW-User
Sus alas de agitaron con ligereza al sentir la mano ajena pasando por una de ellas, un par de plumas oscuras se desprendieron y cayeron sobre la superficie del agua, flotando entre los vapores que emanaban por el calor, mismo que había aumentando considerablemente por obra de las dos criaturas de fuego ahí presentes.

—Lo mismo seguramente aplica para ti, tu forma original debe ser sublime...— Una de sus manos se paseó por el rojizo cabello ajeno, tenía un color tan llamativo y sus cuernos también atraían su mirada, en general era complicado elegir a que prestarle atención pero eligió el carmín de su mirar.

—Cuando quieras puedo mostrarte mi forma de ave— Añadió con una sonrisa suave, había una atmósfera tan íntima y cómoda entre ambos, lo estaba disfrutando en demasía.
Shaitan · M
Desde el momento en que se retiró el yukata se mantuvo atento; su curiosidad había despertado sin él mismo darse cuenta. La imagen del surgir de las alas, para él, era sencillamente artística y nostálgica; evocaba una tristeza poética del tipo que calidecía su pecho más que dejarlo frío. La mirada roja recorrió el plumaje negro y luego su contraste con la piel pálida.

Estiró su mano hacia él, tocando una de las alas con toda la delicadeza que le permitían sus negras garras.

—Me gustan... tu verdadera forma debe ser hermosa.

Él, a pesar de su dura y tosca apariencia, solía guardar sentimientos cálidos que, a veces, lo hacían comparable a un infante.
SW-User
Pudo haber permanecido acariciando su rostro un rato más, pero su expreso deseo por ver sus plumas le hizo apartar su mano de aquella cálida mejilla.

—Está bien— Aceptó mientras se retiraba la prenda blanca que cubría su cuerpo para evitar que le estorbara, dejándola caer sobre el agua sin mucho interés por si se mojaba, cerró sus ojos y de su espalda emergieron un par de grandes alas de largas plumas, tan negras como una noche sin estrellas y opacas cómo la penumbra, su plumaje se extendió un poco sobre algunas zonas de su fisionomía pero su complexión no tuvo cambio alguno, lo más destacable era una falsa ilusión de verse más grande.
Shaitan · M
Lo siguió con la mirada, observando al mismo tiempo esa curiosidad. Ciertamente, no podría evitar si sus escamas llegaban a lastimarlo; aunque parecían hechas de lava seca, eran tan protectoras como amenazantes. Sin embargo, la sutileza con la que se movían sus dedos por ellas lo mantuvo fuera de peligro.

Al sentirlos en su mejilla, cerró los ojos, y giró apenas un poco su rostro hacia ellos. Sus caricias se sentían bien en él, en general, y no pudo evitar demostrarlo.

Ante la mención de su plumaje, volvió a mirarlo.

—Quiero verlas...
SW-User
hombros, bajando en dirección a su pecho, eran duras e incluso podría jurar que los bordes podrían ser filosos, si no se tenía cuidado seguro que podrían cortar los dedos de casi cualquiera fácilmente.

—Me gustan...— Determinó, sonriendo involuntariamente, dándose la libertad de acariciar en rostro de Shaitan, él era una criatura sumamente increíble —Creo que mis plumas son casi del mismo color—
SW-User
Su atención estaba fija en su tarea y por eso mismo cuando el cuerpo de Shaitan comenzó a cambiar de aquella forma tan abrupta se sorprendió bastante, no era la primera vez que lo observaba en esa forma, pero si siendo testigo de la transformación que su anatomía entera sufría ante la decisión de exhibir esa apariencia, además era intimidante, no solo por su altura, que se notaba incluso estando sentado, sino por otros aspectos que no pasaron desapercibidos para el fénix.

—Impresionante...— Mencionó tras unos segundos de contener el aliento, con los ojos bien abiertos y deteniendo su tarea para poder admirarlo con propiedad, avanzó por el agua con cautela, no por la presencia ajena sino para evitar resbalar con una roca lisa.

No podía negar cuanto le gustaba esa apariencia suya, se notaba en la forma en que lo miraba, en como sus ojos recorrían su rostro y su cuerpo entero y ante el permiso tácito del dragón estiró su mano para acariciar suavemente las escamas que cubrían sus . .
Shaitan · M
y de su cráneo dos cuernos grandes con las mismas características. Era su apariencia híbrida; todavía era humanoide, pero más feral, más grande, y hasta su intimidad había crecido y adoptado una forma más puntiaguda, con el falo irregular. La perfecta mezcla entre un dragón y un elfo.

—Puedes tocarlas.

Su voz también se agravó; se veía tan amenazante como una bestia demoníaca, pero se mantenía tranquilo, dejando que Mao Ren saciara su curiosidad.
Shaitan · M
En su cuerpo había heridas cicatrizadas de todo tipo; había vivido milenios y no de la mejor manera. Viéndose involucrado en cantidad de situaciones intensas, tenía cortadas profundas que atravesaban su torso, en su momento sumamente dolorosas; heridas de bala y de lanzas; rasguños que, en su mayoría, eran producto del placer provocado en sus parejas, y finalmente tatuajes en sus brazos.

—Todas... Cada una tiene una historia, pero imagino que notarás cuáles no me causaron satisfacción. Hubo una buena parte de mi vida en que fui descuidado y sólo serví de arma y de escudo.

Ante las preguntas curiosas del otro, cerró sus ojos por un momento y la energía al rededor de ellos cambió; se volvió pesada y todavía más caliente, mientras su cuerpo cambiaba de a poco, haciéndose más grande y cambiando el color de su cabello a rojo. El proceso del cambio era doloroso, pero estaba más que acostumbrado; de su piel surgieron algunas escamas negras, opacas y duras,

[+++]

Add a comment...
 
Send Comment