"Nuestra hija". Todo su cuerpo se paralizó, sus ojos se abrieron ante una nueva realidad. Un nudo en la garganta que le provocó voltear a la ventana. Es cierto, podían tener una hija si tan solo lograrán llegar al caldero, el cual se encontraba en el centro del universo.
La cosa es que... hija. Le recordó mucho a Rini, una de las más graves consecuencias al tomar su decisión de cambiar de relación. No sabía si aún existía en el futuro o desapareció por completo. Había evitado pensar en ella.
Quería evitar que Seika se preocupara por ella, así que forzó una suave sonrisa. —Sí, nuestra hija. Sería lindo formar una familia. —Declaró con sinceridad porque de verdad, deseaba que a partir de ahora su relación fuera formal y para largo.