Unas inmensas ganas de llorar la abrumaron. ¿Cómo podía ser posible que la estrella no sienta ni un mínimo atisbo de resentimiento o tristeza por lo que pasó a causa suya?
El beso en sus manos la dejó sin aliento. Mantuvo su mirada con la otra, hipnotizada por sus palabras. ¿Será posible labrar su camino por su cuenta? El nudo en su garganta impedía siquiera verbalizar lo que sentía en esos momentos.
Asintió repetidas veces, descaradas lágrimas resbalaron por sus mejillas sin obedecer a su insistencia de no llorar. Cargar con responsabilidad y culpa no era nada fácil.
La llegada de la guerrera en su vida transformó sus ideales, despertó el volcán dormido en su interior. Acarició con sus pulgares las manos contrarias. A pesar de que su garganta bloqueaba el sonido y que las lágrimas impidiera verle a la perfección le regaló la más bella de sus sonrisas.
-Si, pero valio la pena como no te lo imaginas.- Tomo sus manos y las beso.
-Conocer a la Neo Reina me hizo comprobar lo maravillosa que eres. Tu has pasado por muchas mas cosas de las que ella paso y eso a hecho que tu brilles a mas temprana edad. -
Vio las manos de Usagi y le dedico una tierna sonrisa. -No importa el camino que tu elijas, puedes ser una guerrera, una reina, una ama de casa, una oficinista, lo que sea, siempre te voy apoyar en todo mi dulce bombon!-
(2) No obstante, ¿Cómo se suponía que debía continuar? Toda su vida se le impuso ser alguien, destinar a ser un algo más que una simple muchacha de secundaria con sueños infantiles; crecer y madurar a un nivel alarmante. ¿Cómo disfrutar de esta nueva libertad?
Era demasiada información por el momento. Agachó su cabeza sin saber que hacer con el revoltijo de pensamientos en su cabeza. A duras penas, pudo poner rectas algunas ideas.
Inhaló y exhaló en repetidas ocasiones. Tragó saliva con dificultad sin atreverse a alzar la mirada. —¿... Me has esperado por tanto tiempo? —Señaló un hecho implícito. ¿Tanto así estaba dispuesta la estrella a asegurar SU felicidad a costa de la propia? Imaginar tal acto de devoción en secreto la dejó sin aliento; abrumada por la culpa bajó nuevamente su rostro.
(1) Conforme a la explicación avanzaba a su clímax el dolor en su pecho se intensificaba; el nudo de una cuerda que se tensaba hasta que al final, se soltó. Las primeras lágrimas en brotar fue cuando cerró sus ojos aliviada. Una bruma de emociones que, a duras penas identificaba, entre ellas confusión, esperanza, nostalgia.
Una brillante puerta hacia un futuro predicado, se multiplicó en miles en un instante. Tenía que decir algo, las palabras rehuían de su lengua. Tan solo podía sujetar fuertemente esas fuertes manos que la sostenían a través de su delirio de consuelo. Durante un tiempo temió ser la causante de la única verdadera pérdida que le importaba en el futuro. Sin embargo, ahora, saber que vivía bien con su propia familia calmó la mayoría de sus miedos.
Toma las manos de Usagi. -¿Lo entiendes Bombón? Lo que hiciste o vallas hacer en esta linea de tiempo no afectara el futuro de la Neo Reina, ni tampoco pondrá en peligro la vida de su hija. -
-Cuando la pequeña Dama vino a esta epoca creo otra linea de tiempo, una muy diferente asi que tu ya no tienes un destino fijado, tu eres libre de crear tu propio destino. Puedes ser una Reina, una mujer común, no importa lo que elijas, yo estare a tu lado.-
-Te lo contare en orden, esta no es la segunda vez que regreso a la Tierra, de hecho es la tercera.- Se quita la gorra.
-La segunda vez que regrese lo hice yo sola, viaje años luz para volver a verte incluso tome un pequeño atajo, pero no tome en cuenta el tiempo que me tomaría regresar y cuando por fin llegue a la Tierra habían pasado milenios- La observa con mirada melancólica y acaricia la cara de Usagi.
-Te habías convertido en Reina e incluso tenias una pequeña muy linda y traviesa, en ese momento yo renuncie a ti.- Baja la mano así como su mirada.
-Sentí que el corazón se me rompió pero aun así era feliz porque tu lo eras, aunque la Neo Reina no me conocía, de hecho ella no vivió ninguno de los sucesos que tu has vivido luego que la pequeña Dama viniera a esta epoca, entre esos sucesos ella nunca cuido de su hija que vino del futuro en la epoca que era una joven estudiante de escuela.-
Regresó a ver a Seika confundida. ¿Desde cuándo sabe de este tema tan delicado? ¿Ya conoció a Plut? Muchas preguntas se empujaban en su mente averiguando cuál sería la primera en decir. No obstante, tranquilizó sus nervios.
Sacudió su cabeza afirmando sobre lo que sea que Plut le haya olvidado mencionar. —¿...A que te refieres?
"Nuestra hija". Todo su cuerpo se paralizó, sus ojos se abrieron ante una nueva realidad. Un nudo en la garganta que le provocó voltear a la ventana. Es cierto, podían tener una hija si tan solo lograrán llegar al caldero, el cual se encontraba en el centro del universo.
La cosa es que... hija. Le recordó mucho a Rini, una de las más graves consecuencias al tomar su decisión de cambiar de relación. No sabía si aún existía en el futuro o desapareció por completo. Había evitado pensar en ella.
Quería evitar que Seika se preocupara por ella, así que forzó una suave sonrisa. —Sí, nuestra hija. Sería lindo formar una familia. —Declaró con sinceridad porque de verdad, deseaba que a partir de ahora su relación fuera formal y para largo.
-Gracias, de verdad es importante para mi.- Al principio dudaba de aquello pero tras las palabras de Usagi, sus dudas desaparecieron por completo y una idea inocente paso por al mente de Seika.
-Hasta podría darle clases a nuestra hija.- Comento sin malicia.
