[center][b]Según los rumores, Sebas es un Demonio milenario heteromorfo con una personalidad benevolente. Dicen aquellos demonios antiguos, que literalmente, Sebas es una bestia en el campo de batalla. Su sola presencia infunde temor en aquellos que conocen su historia como el Taipán de ébano.
Hoy en día, Sebas es un simple mayordomo de la casa Istariom; sus actividades principales son las de servir a su señor (Demian) en todo lo que necesite. Este también, es el guarda espalda y la línea final de defensa cuando intrusos intentan llegar donde su amo.
Además, es uno de los seres más fuertes en todo Infernalia, por no decir el más poderoso, pero a diferencia de los otros, no desprecia a los débiles, ni a los habitantes del nuevo mundo, sino que cree que los fuertes son quienes deben garantizar la seguridad de los débiles. Aun así, sus creencias no le hacen menos leal, de hecho, encuentra regocijo en ser considerado como un simple siervo y mayordomo y no dudaría en cumplir cualquier orden que le den. Eso sí, es incapaz de lastimar a los inocentes y aún incluso, ayuda a quien lo necesite.
Esto se podría interpretar como que es alguien que ayuda a cualquiera en la calle, y aunque en cierto modo es así, si la ayuda interfiere con sus órdenes en ese caso no tiene reparo en ignorar todo y cumplir su objetivo... [/b][/center]
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[center][b]Nombre: Sebastian Arshall Sobrenombre: El Taipán de ébano Ocupación: Mayordomo Género: Masculino Altura: 1.88 cm Raza: Demonio Heteromórfica Dragonoide Residencia: Castillo Istariom Edad aparente: 50 años[/b][/center]
[center][b]Sebastian tiene la apariencia de un mayordomo anciano y está vestido elegantemente con su tradicional uniforme negro. Su pelo es completamente blanco, al igual que su barba inmaculada. Tiene arrugas visibles en el rostro, lo que le hace parecer de apariencia suave, pero sus ojos son tan afilados como los de un águila. Es de complexión jovial y muy atlética a pesar de la edad que aparenta.[/b][/center]
[center][b] Sebas tiene una gran cantidad de justicia personal. A diferencia de la mayoría de los habitantes en Infernalia, él no desprecia completamente a los humanos ni los ve como criaturas inferiores. En cambio, él cree que algunos seres humanos tienen una buena naturaleza y es el deber de los fuertes proteger a los débiles. Los seres humanos con maldad y ambición le desagradan y no dudará en matar a cualquiera que se atreva a oponerse a sus amos.[/b][/center]
