Habían terminado de acicalarse desde hace un rato, pero el hecho de disponer de una tina no podía pasar desapercibido por el escorpión. Ahora, así acomodados, el mayor puso su mano encima de la rodilla del más joven, abriendo y cerrando para incitar un cosquilleo leve con esa clase de caricia de sus dedos.
— Deja tu vanidad de lado un momento y disfruta. Nos saldremos cuando tengamos que salir... — respondió de cierto modo apacible y adorablemente exigente, dejando de lado la caricia para poderse inclinar con el único fin de alcanzar lo que quedase expuesto de la frente contraria cuando intenta voltear a verlo — Me hacía falta algo así... — removió los hombros, liberándose de la tensión en lo que dura el movimiento.
[code]A pesar de tardarse algo de tiempo en acicalarse, se dio el tiempo necesario para disfrutar con el escorpión del agua y la tina. Estaba demasiado cómodo en esa posición, que no evitó sentirse adormilado, lo único que lo tenía consciente era la caricia del mayor sobre su rodilla, ese único mimo lo hace moverse un poco, solo para alcanzar a verlo desde ese ángulo — A este paso no saldremos de aquí ni por que se nos arrugue la piel, Scorpio..[/code]
