- Escucha con atención todo lo que su amo le dice a su invitada, mientras toma el pomo de la puerta, quedando debajo del marco de está al ahora oír como las últimas palabras eran dirigidas hacia él. Ladea su rostro mirando de reojo al pequeño para luego asentir con una leve reverencia- Yes, My Lord~. -Dice con ese característico tono propio, ladeando de manera casi imperceptible aquella sonrisa que aún mantiene en sus labios para después proceder a salir por completo de la habitación-

- Con aquella última frase, el conde sonrió ladino a la vampiresa, girando después hacia el mayordomo, quien estaba por cerrar la puerta tras ellos. - Alista los preparativos para la cena de esta noche. No debemos hacer esperar a una invitada. Y Sebastian... Recuerda que tendrás que encontrar un buen... Vino~ para ella" - murmuró con cierto aire divertido, haciendo alusión a la verdadera fuente de alimentación de la vampiresa.

-Al escuchar aquello, el conde giró su mirada hacia la vampiresa, con un semblante de disgusto disfrazado de seriedad. Acto seguido, aquel cuya vista relucía por el brillar del zafiro de su ojo descubierto; llevó la diestra hacia una mora azul que decoraba su abdomen, junto con la escena decorativa de frutas y salchichas que reposaban sobre él. Devolvió su brazo con la mora en la mano y la llevó hacia sus labios para degustarla, conservando ese aire de prepotencia y estoicismo. Me pregunto quién es el que no puede vivir sin el otro. ¿Estás en posición de decir eso? Lo que yo tengo se llama conexiones, y un humano no me sirve a mi lado~

- Le guiñaría su único ojo de manera traviesa al mayordomo al observar cómo se alejaba, sin perder claro la oportunidad de hacer un comentario -

Se que no puede vivir sin mi.. Jm Jm.. aunque me preocupa la estabilidad mental de un crío que solo se junta con vampiros y demonios

-cruza su mirada con la de su visitante y amplia la sonrisa que ya tenía en el rostro, para luego justo unos pocos instantes después voltearse, caminando a las afueras de la habitación - Al joven amo le agrada su presencia, apreciará que lo visite más seguido.

Depende del sentido que le estemos dando a la palabra - Ríe un poco observando de reojo al demonio -

Aunque ese sea su deseo, aún no es momento.~

Literalmente que te lo comes - Ríe -