*Cham Cham detuvo su paso por un instante, giró con sutileza su rostro y esbozó una dulce sonrisa.* - Lo haré, tenlo por seguro, ñya. Vamos, no te quedes atrás. -Marcó de nuevo el camino por el tétrico lugar repleto de belleza natural y ambiente insólito, el peligro se logra respirar a cada instante que iban por dónde la chica intuye la ubicación de su objetivo. Prontamente detuvo su andar al escuchar el chillido, gestos y movimientos del chimpancé que brinda un mensaje que sólo Cham cham es capaz de entender- ¿Ñya?, ¿Sientes la cercanía de Amakusa? -Arrugó su entrecejo y retomó el camino a seguir.- Entonces Cham Cham irá tras ése perverso hechicero, será difícil pero no imposible.
*Sin mencionar más, la joven se colocó en la posición de un felino comenzando a correr como si fuese uno, logrando trepar de los árboles, deslizarse entre las ramas y las densas copas, sujetándose de las lianas y corriendo en posición de cuatro con increíble agilidad. Dicha dirección que tomó, le había llevado a un poblado abandonado, siniestro y obscuro, el viento que sopla se torna gélido y con toque misterioso, prontamente del cielo surge un rayo que se impacta contra el piso y dejando una enorme mancha, misma que posteriormente se torna como una figura.*
- Ñya, ¿Qué es éste lugar? -Menciona acercándose a paso moderado, sin bajar la guardia y viendo a su alrededor, especialmente en el signo marcado por el rayo.- Amakusa ... eres un ... -arrugó su entrecejo, sin acercarse más y colocando su boomerang frente a ella en defensiva.-
- Tu no lo entiendes, no comprendes nada. -Se reincorporó lo suficiente para encarar al joven.- Un guerrero jaguar siempre debe luchar sin importar cuán poderoso o débil es, la derrota no está en nuestro léxico, además Cham Cham hizo una promesa de devolver el artefacto y tengo que cumplirla, un pacto realizado con el benevolente Dios Quetzalcóatl no se puede romper u olvidar. Un guerrero jaguar nunca se da por vencido. -Aclamó la chica que había corregido la vestimenta antes rasgada por ésos seres hostiles y cubriendo su cuerpo con la tela de la exótica piel de felino.-
*Al incorporarse la joven chica dio la media vuelta y caminó por un sendero de tétrico aspecto, pero antes de continuar, ella argumentó.-Entenderé si no deseas permanecer al lado de Cham Cham, aunque eso no amerite que rece por ti y agradezca al Dios Quetzalcóatl por haberte colocado en mi camino y el que me hayas ayudado.
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❥User: [code]Espero que vayamos aumentando, más adelante siempre podemos probar a invocar (?) :3[/code]
R/Off: Gracias, si no existe inconveniente me gustaría enviar mi inicio, espero sea de su agrado.
R/On: *A ningún chico le gusta asistir a la escuela, pero es claro que para ser "alguien en la vida", debes cumplir con las correspondientes normas y series de mandatos que hacen a una persona responsable y contribuyente. Sin embargo, Evelyn no lo veía así, aquel día se había tomado la atribución, por no decir que, libertad, de salir de la escuela a escondidas para llevar su más gratificante deseo: buscar aventuras, pero ¿quién dijo que las aventuras son para divertirse? no hay un texto o ley que especifique, sin embargo el peligro es inminente en cualquier tiempo y lugar, sin importar cuán cuidadoso seas y la edad que poseas. Es así, como aquella mañana del mes de Abril, Eve iba corriendo por diversas calles para alejarse lo más pronto posible, a pesar de poseer 6 años de edad tenía suficiente fuerza y agilidad para correr. Indudablemente estaba feliz de su actual hazaña, pero su sonrisa cambiaría a una mueca de asombro, luego una especie de mórbida curiosidad se efectuó en ella.*
*Frente a ella, se haya un cadáver destazado en un profundo charco de su propia sangre. Momentáneamente se acercó un poco cautelosa para observar más de cerca cada órgano, hueso, piel y demás componente de un cuerpo humano fresco y recién mutilado. *
*Retiró las lágrimas de sus tersos párpados, luego se reincorporó volviendo acomodar la exótica vestimenta de piel de jaguar que trae encima, por ultimo devolvió la chaqueta a su dueño.* -Te equivocas, Cham Cham sabe pelear, aunque sé que me falta mucho por aprender debo hacer ésto o seré una deshonra para mi familia. En tal caso, también he prometido al Dios Quetzalcoatl emprender éste viaje para traer devuelta la sagrada Tanger piedra y Cham Cham jamás rompe una promesa.
*Se levantó volviendo a ponerse de pie para retomar su andar y/o búsqueda. De nueva cuenta se escuchó el grito de una mujer, ocasionando que la adolescente guerrera vire su mirar en ésa dirección.* -Parece que Paku Paku ha castigado a ésa chica que le hizo daño a Cham Cham. -Dijo apenas en seriedad, caminando y aproximándose a dicha ubicación, llegando a los pocos minutos.* - Ñya, es cierto ... Paku hizo su esfuerzo pese al miedo. -Efectivamente el mono soltó fuego por su boca quemando a la mujer y dejándola malherida, casi al punto de la muerte, además la abandonó enseguida cuando Cham Cham llegó a él.
- ¡Oh, ñya ... ahora Cham Cham lo entiende todo! extrañas a tu familia y es un sentimiento que no se le niega a nadie. Cham Cham te agradece que quieras ayudar y con gusto corresponderé, tal vez si le preguntamos a la Diosa Tlaltecutli ella nos dirá qué camino tomar para que regreses de nuevo, ñya. De cualquier manera, si algún día deseas regresar para visitarme, las puertas de mi casa están abiertas. -Mencionaría con tilde afable y dulce para hacer sentir en confianza al joven, luego se giró hacia una dirección que el pequeño simio indica con su señalar y chillidos que emite de sus cuerdas vocales.- -¿Ñya? ... ¡Oh, de acuerdo Paku, iremos por allá!
- ¡ÑYA, vamos! -le indicó al muchacho de que le siguiese y cuán veloz se movió como si se tratase de un jaguar, un felino feroz y de mayor velocidad que ejerce en sus movimientos. Cham Cham saltó, trepó y corrió entre las ramas con increíble agilidad.* ¡Paku, Paku! tenemos que encontrar el artefacto sagrado ¿ves al duende cerca? -Preguntó la fémina mientras se agiliza en sus movimientos-
*Buscaba y buscaba con su verdosa mirada, pero entonces, el simio chillaría con un tono que solo un animal, o en su defecto, Cham Cham sólo entiende, porque el simio de nombre "Paku Paku" olfateó la cercanía del peligro. La joven peliverde entendió la señal, pero fue poco tiempo para que se acercara lo suficiente a la trampa, ahora que caminó sobre una rama, ésta tronó y una enorme red atrapó a la chica dejándola colgada y confundida. De pronto se escucharon risillas burlonas y malintencionadas, sin duda eran seres elementales y muy hostiles que viven en el bosque, los arbustos se mecían con brusquedad y salieron de éstos seres amorfos con orejas puntiagudas y con máscaras en su rostros.*
- ¡Ñyam, Ñyam, dejenme! -Dijo la joven, pero entonces, aquella red aprisionó a la muchacha colocándola en una posición embarazosa, justo para ser torturada.- - ¡KYAAAAAAAA! *La felina y suave cola abombada de la joven se erizó al igual que su alborotada cabellera cuando sus manos y pies estaban sujetos. De pronto, una de las figurillas se acercó a Cham Cham y le arrancó la parte delantera de su indumentaria dejando al descubierto su esbelto y femenil pecho.-
- ¡ÑYA, ÑYA! -Gritó asustada, molesta y con lágrimas en los orbes, un escenario que se suscitó al frente del joven-
- Éste lugar es mi hogar, justo a las cercanías del "Valle del verde averno" -Diría mencionando el nombre de su origen, luego acotó.- He ahí dónde los Dioses nos cuidan, nos portegen y nosotros correspondemos con pactos de entrega espiritual, si lo deseas podrías ser un buen guerrero águila o un guerrero jaguar, sólo es cuestión de que te entregues a cuerpo y alma. Ahora entenderás la situación, Cham cham está en la búsqueda de un artefacto muy valioso de su tribu, mi trabajo es resguardarlo pero ése malvado duende lo ha raptado y tengo que encontrarlo antes de que mi tierra perezca por la furia de los dioses, ellos han sido tan buenos conmigo y mi tribu. Dime, ¿tú de dónde vienes?
