Observo de reojo como la pelirroja se encargaba de ello y también hasta que por fin se despegaban el uno del otro, era hora ya que lo hicieran, pensó por un momento que ella no podría caminar, pero si que lo hizo, vio como el niño se asomo por la puerta, pero había algo diferente en él, ¿qué era?, cuando vio a su madre se abrazo a ella pero aún así seguía llorando, algo no andaba bien.
Se tensó un poco al oir eso último que dijo su esposo. Takeru pareció entenderle ya que frunció el ceño y abrazo a su madre tratando de alejar el brazo de fushimi sin lograrlo.
El joven azul que aún estaba dormitando sobre la cama escucho un grito que hizo que se sobre exaltará y se sentará enseguida sobre la cama, lo hizo tan rápido que se mareo un poco.
- Tch... — Se quejo simplemente por el mareo, y luego analizo lo que ella quiso decir, ahora entendía, eso era bueno.
- ¿Ah? — Dijo en primera instancia viendo como se iba corriendo y luego festejo a su manera diciendo que se alegraba, al parecer la maldición del strain había terminado pronto.
- Que bien, ¿y cómo vas a alimentar al bebé ahora? — Se recostó sobre la cama nuevamente.
Se sentia mucho mas tranquilo ahora, estar asi con fushimi era un privilegio, después de casi nunca era tan tierno con ella, pero tenía sus momentos.
-Yo también te amo.. - también se quedó dormida casi al instante y entonces a la mañana siguiente se despertaron algo tarde las 12 mas o menos, misaki abrió los ojos y se miró el pecho sobre la camisa, se veia diferente... entonces decidio revisar bajo sus shorts de pijama y ahora volvio a ser chica, ahogó un grito y se levanto para ir a ver a takeru.
- ¡Saru! ¡SOY TU TABLA DE PLANCHAR OTRA VEZ! ~ <3 <3 - le grito antes de irse a ver a takeru
Si, el mono podía ser lindo cuando quería, eso era una sorpresa, después de todo había visto llorar a Misaki, y no iba a dejarla así. Fue entonces que lo sintió abrazarse a él y sus labios se volvieron a fusionar, claro que le correspondió incluso lo abrazo también y ya en un momento estaban ya todo más tranquilo.
- Me alegra oír eso. — Dijo satisfecho y se quedo abrazado a él, ahora que lo pensaba era un poco raro que estuvieran de esa forma, después de todo había conocido a Misaki como una chica. De cualquier forma lo atrajo hacía él y se acurruco. -Buenas noches Misaki, te amo. — Le dijo y se quedo dormido casi al instante, para la mañana siguiente todo sería normal de nuevo, lo que si, Misaki volvería a ser planta otra vez.
-Lo miraba sin ninguna preocupación, con esa mirada neutral de siempre, así, como era el mono, pero también, era esa expresión diferente de la que le hacía a los demás, era más bien, una expresión de despreocupado que solo podía tener con Misaki.
- Si te sientes mio en tu corazón, lo demás no importa. — Le dijo aquellas simples palabras que guardaban una profundidad inmensa. - Si alguien te mancha, entonces yo... — Estiro su mano y se apoyo en su brazo para poder medio levantarse y verlo. -Yo seré el que te limpie, te llenaré de mi las veces que sean necesarias. — Le menciono el joven azul pasando su dedo por su labio.
Ni siquiera se habia fijado su esa cosa seguia en el techo o no, simplemente se acostó dandole la espalda al mono, cuando oyó que lo llamaba lo miro de reojo.
Saruhiko escucho esas palabras y suspiro pesadamente a ojos cerrados, en parte, también fastidiado.
-¡Bien! — Se quejo por lo bajo y se fue a cambiarse de ropa, su uniforme estaba completamente arruinado, y claro, no podía dejar esa cosa sobre el techo, asi que en lo que Misaki estaba en el baño, él quito lo del techo y lo puso en una bolsa, lo dejo en una esquina y se puso el pijama para luego recostarse, cuando Misaki regresará escucho que se recosto en la cama, y se giro a donde él.
