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Saria · F
Desde su regreso habían pasado un sin fin de diferencias. ¿Cuántos meses habían pasado ya?. En verdad Silence no estaba dispuesta a perdonarla pero eso era algo con lo cual la Wyvern estaba dispuesta a vivir. Había abierto la puerta antes de recibir su petición y solo asintió, saldría por un rato solamente y volvería después de un momento con café para las dos, justo como le gustaba a la liberi, bocadillos. Por la medicina no iba a preocuparse, esa estaría lista en ese laboratorio en el que prácticamente Silence vivía.
Esperó, en silencio y sentada apoyando ambos brazos en la mesa y sobre estos su cabeza, estaba agotada de días anteriores e inevitablemente cayó vencida en un sueño profundo, solo en ese lugar podía permitirse bajar la guardia.
Esperó, en silencio y sentada apoyando ambos brazos en la mesa y sobre estos su cabeza, estaba agotada de días anteriores e inevitablemente cayó vencida en un sueño profundo, solo en ese lugar podía permitirse bajar la guardia.
Silence1576287 · 26-30, F
"Quiero que me dejes sola." Sus labios se entreabrieron pero ni un solo sonido brotó de ellos. No era capaz de empujarla con tal crueldad después de que se preocupaba tanto por ella. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué la alejaba sabiendo que ella era su único refugio en días tan oscuros y que solo entre sus brazos se sentía segura?... —Café...— Dijo con un hilo de voz y agachó la mirada. Su mano derecha acariciaba distraída el plumaje en el que se había convertido todo su brazo izquierdo. —¿Me ayudarías con otra cosa cuando regreses, Saria? La medicina.— Como siempre, no esperó respuesta, y se dio media vuelta para dirigirse a la ducha.
Saria · F
Y esa postura que la Liberi tomaba no era capaz de contradecirla, no quería hacerla enfadar por más linda que se viera. Inhaló profundamente, avanzó hasta el cuarto de baño que tenía en el laboratorio y se tomaría su tiempo para cumplir con la orden de Silence.
Suerte que en ese laboratorio había más de un cambio de ropa de la wyvern, visitaba con frecuencia a la liberi y aunque sus charlas fueran tajantes o casi nulas siempre terminaba durmiendo a su lado. Salió con una toalla sobre su hombro derecho y se detuvo en la puerta mirando a la castaña. — Listo. ¿Quieres que tomemos té o café?. Puedes ducharte en lo que voy y consigo un poco. —
Suerte que en ese laboratorio había más de un cambio de ropa de la wyvern, visitaba con frecuencia a la liberi y aunque sus charlas fueran tajantes o casi nulas siempre terminaba durmiendo a su lado. Salió con una toalla sobre su hombro derecho y se detuvo en la puerta mirando a la castaña. — Listo. ¿Quieres que tomemos té o café?. Puedes ducharte en lo que voy y consigo un poco. —
Silence1576287 · 26-30, F
Se acomodó junto a ella para cubrirse de la lluvia, y no pasó mucho tiempo para que estuvieran ya resguardadas bajo el techo de Rhodes Island. —Vamos, no quiero que enfermes.— Quizás era algo prácticamente imposible, pero su preocupación era genuina. Existía siempre una probabilidad de fallo y no quería arriesgar a la persona que más le importaba. Caminó en silencio, junto a ella, hasta la habitación que se encontraba bastante cerca de su laboratorio y deslizó la tarjeta para entrar. El lugar estaba pulcro y ordenado, más como si nadie lo usara que otra cosa, en realidad Silence pasaba la mayor parte del tiempo en el laboratorio, incluso dormía ahí. —Necesitas una ducha caliente.— No estaba dando pie a una elección.
Saria · F
Todo Rhodes hablaba acerca de su relación, de la tensión terrible que había entre ellas y Saria al no ser requerida en misiones quería esforzarse por mejorar eso. Ese tacto la hizo volver a la realidad, levantó la vista hacia Silence y asintió con la cabeza. Ese cálido roce de su mano contra su piel sin duda le había dado vida. — Vamos...— abrió el paraguas para cubrir a la liberi y espero a que se cubriera para poder comenzar a caminar. No es como si fuera a enfermar, tenía una gran resistencia a final de cuentas.
Silence1576287 · 26-30, F
Tardó un poco en terminar de hacer el encargo. Esperaba que cuando saliera de la bodega Saria ya se hubiese marchado. No era que no quisiera su compañía, sino que no quería enfrentarla, más no pudo evitar su sorpresa al encontrarse con ella aún afuera de la bodega. Ni siquiera se había molestado en abrir su paraguas para protegerse. Se acercó y llevó la mano a su frente, luego a su mejilla, apartando el cabello mojado detrás de su oreja. —Estás helada. Vamos a secarte...— "Podríamos charlar, tomar mucho café, podrías tratar de mantenerte despierta toda la noche, a mi lado, y fallar en el intento, podría cubrirte con una manta y velar tu sueño, mirarte dormir igual que antes..." Fueron palabras que Silence no logró decir y que se ahogaron en un suspiro profundo.
Saria · F
Pero las palabras de Silence no serían tomadas en cuenta por la wyvern, su mirada fija en la puerta cuando la vio cruzar el umbral, ausente de esa realidad en la que se encontraba. Permaneció frente a la entrada, a este punto ya se encontraba empapada pero a decir verdad las gotas de lluvia lograban relajarla y refrescar un poco su cuerpo. Esperaría por ella.
Silence1576287 · 26-30, F
Dejó escapar un suspiro y aunque llegaron a las bodegas, Silence se negó a mirarla. —Hablaré con Kal'tsit al respecto. Hay exploradores en misiones actualmente, debemos contactar a Penguin Logistics y reunirlos a todos lo más pronto posible.— Acomodó un poco su cabello despeinado por la humedad y miró las hojas que llevaba en las manos. —Estoy bien, enviarán los suministros al laboratorio después de que deje el encargo, como siempre.— Se giró, dándole la espalda, aunque no avanzó en un principio. —No tienes que esperarme...— Dijo más bien en un susurro, antes de avanzar al interior de la bodega.
Saria · F
Saria por su parte miraba al frente, estaba alerta para asegurarse de que nada fuera a suceder pero ese último comentario le saco de su concentración y provocó que hiciera una mueca. — Estimo que serán un par de meses antes de que este lugar se vuelva una laguna. Así que si, tendremos que irnos pronto. — Apenas llegaron a su destino dejó pasar a la liberi y guardo la sombrilla. — ¿Necesitas que te ayude con algo?
Silence1576287 · 26-30, F
Era un tanto melancólico caminar a su lado de ese modo, rodeadas por una lluvia que no quería ceder. Las lluvias en la ciudad en la que la isla móvil se había establecido eran cada vez más intensas, cada vez más largas, aquéllas condiciones climáticas inusuales eran una alerta amarilla. —Quizás pronto tengamos que marcharnos de aquí. No creí que un día diría que en verdad extraño el sol.— Sonrió ligeramente. Su destino estaba algunos metros adelante.
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