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31-35, M
Señor del Inframundo.
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Al escuchar su respuesta la fémina dio un leve suspiro, y más no dijo al respecto. Trató de comer un poco más, guardando lo restante de nuevo en su bolsa y lista, se levantó, escuchando que más le decía aquél sujeto. No necesitaba verlo de todo pues era bastante fácil para ella asimilar su olor, su aura... Aquello que lo distinguía de cualquier otro ser.
Silente, se arrodilló junto a la orilla del río para limpiarse sus manos.

Por qué lo decís?

Musitó mientras mojaba un poco su rostro para refrescarse, levantándose enseguida para poner su mirada en él, ahora más detenidamente y revelando cierta curiosidad hacia su interlocutor.
 
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Más que la melodía, fue la voz que escuchó que la tomó de sorpresa a lo que ella, por instinto, llevó sus manos a cubrir las partes más delicadas de su cuerpo, aunque ya su grande cabellera hacía la simpatía de cubrir su regazo. Qué vergüenza! LA fénix giró para ver quién estaba allí... Le olía... Le olía a gato. Curiosa, lo fijó por momentos... Felizmente él le estaba dando la espalda por lo que ella trató de salir del agua, vistiendo un vestido negro ya que sus otras ropas estaban aún mojadas. Lo hizo con tranquilidad, agraciada con la melodía que le regalaba aquél joven que aún no tuviera la suerte de examinar el rostro, y las orejas. Las orejas eran lo que más despertaban su curiosidad puesto que su olor era bastante peculiar pero no de todo, desconocido.

Gracias por sus palabras... Ya podéis mirarme, sí queréis.

Ella tomó asiento sobre una piedra, bajo la luz y el calor del sol, tratando de calentar su cuerpo y secar sus cabellos. Mientras tanto, abrió una bolsa dónde guardara algunos frutos silvestres, empezando a degustar de éstos.

Tenéis hambre..?
Rol/off: ¿Sería mucha molestia el el primer turno lo hace usted?~
Rol/off: El placer es todo mío, gracias por agregar, espero llevamos una amena relación tanto en rol como en Off~~
[med]Ooc:[/med]Será un placer...

[med]On:[/med]Se teñía de hilos de sangre, la piel blanquecina de aquella mujer que sin temor, combatiera un ejército de cien demonios, sola, meramente con su espada en sus manos. No era algo grave, se ganara unos meros rasguños que muy rápido se sanarían, no fuera por la maravillosa capacidad de regeneración de un fénix. Aún así, era muy pronto para que se recuperara, los cuerpos inertes yacían aún, ardiendo, en aquél lugar y ella, lentamente, optara por retirarse, haciendo su silueta desaparecer entre la oscuridad de la noche, entre los imponentes árboles de aquél bosque que ella deseaba traspasar.

Hellia, una hermosa mujer de larga cabellera rosada y orbes carmesí, la reina de las fénix que deambulaba por aquellos rumbos, ocultando su identidad y demostrando no más que su naturaleza de guerrera cuándo necesario pues su fisionomía era la de una delicada mujer, bastante bella y con un intelectual bastante peculiar, no fuera si tiempo de vida ilimitado aunque no aparentaba más que 19 años.

Con el amanecer ella alcanzó un lago y sin recelo trató de desnudarse, lavando su vestimenta en aquellas aguas cristalinas que luego se teñirán de rojo... Las dejó a secar y aquella vez, fue ella quién se atrevió a meterse en aquellas aguas, bastante frías, limpiando la sangre que luego reveló como ya se sanara, la bella reina.

No esperaba de todo compañía o no estaría allí tan tranquila pero mientras peinaba sus mojados cabellos escuchó una melodía que se acercaba más y más, a cada segundo que pasaba.
ABELBELOV · F
G/Hout: Perdón la tardanza de mi respuesta es que me encontraba un tanto mal de salud si se podría llamar así, bueno, comenzare a trabajar en este perfil así que.. si quiere podemos iniciar rol
En su piel pudo sentir, proveniente de dichas aguas, una cualquier sensación no tan normal... Claro que, ella estaba bien protegida con las barreras que aprendiera a crear de su amigo Ódio. Y sabiendo de aquella presencia tan cercana a ella, se dispuso a caminar en su dirección mismo antes de que escuchara su voz. Siguió el transcurso del río hasta que por fin su mirada carmesí se encontró con aquellos curiosos ojos de aquél desconocido que le hablara.

Solamente pude entender ahora que soy una invitada en estos rumbos, caballero.

Aquellas palabras le salieron de los labios como una melodía pues le dio la impresión que casi hablara cantando. Descalza, pisó la hierba aún con sus pies mojados. Y en ninguna de aquellas acciones que tomó, se atrevió a quitar la mirada de él.

Mi nombre es Hellia Lionheart... Y vos?
Aislados han vivido por centenas de años aquellos cuyo deber es guardar, proteger a los Humanos. Aisladas han estado aquellas bellas aves, que siendo bendecidas de una apariencia human eran también ellas quienes portaban las más bellas alas que podrían ser contempladas. Ella, la actual reina de las Fénix les devolviera el reconocimiento por los demás, les devolviera la Libertad. Ahora, ya no eran los fantasmas, los desgraciados que incluso tenidos como extintos eran respectados como los ángeles de fuego, los guardianes de Gaia y sirvientes directos de los Dioses. Al fin, los inmortales prevalecían bien vivos y más que nunca, los caracterizaba la simpatía, la humildad, y la persistencia. Cualidades que regalaban a la Humanidad, tal vez no tan digna ya de dichas ofrendas.
El reino, estaba al momento entregue a los cuidados de la hermana gemela de la reina que se ausentara para viajar a dominios que le eran completamente desconocidos.
La reina tenía un porte divino y majestuoso, mismo siendo una guerrera de cuerpo y alma, dedicando su vida a exterminar aquellos que amenazaban la prosperidad de la raza Humana.
Alta, de cabellos rosados y ojos carmesí... Le completaba su belleza su blanquecina tez y su personalidad única. Su belleza era completamente inhumana aunque se pareciera bastante con ellos. Estaba aún en la juventud de su inmortalidad, teniendo 252 años cuando estos no eran más que 19 en su cuerpo y alma.
Viajaba sola por opción, llevando con ella sus 3 espadas ocultas en una forma de esferas en el interior de su bolsa. Puesto tenía un vestido negro que la destacaba en el medio de aquél paisaje natural.
Allí, en aquél desconocido lugar, encontró a un río... Lo escuchara mucho antes de verlo y le parecía imposible no parar para refrescarse un poco en tan puras aguas.
Cuando sus pies descalzos invadieron dichas corrientes, la reina sintió de inmediato la presencia de alguien más por aquellos rumbos. Quién sería? Esa fue la pregunto que se hizo a si misma, girando levemente su rostro para fijarse en las orígenes de aquél curioso olor que llegara a su perspicaz olfato.
Omg eres Fufu de Omega (?)
morphingqueen00 thinks you are Charming.