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|• Carta dejada sobre el camastro del caballero del sol •|

Sin voz, palabras escritas.
Culpa, sin duda, por eso acepto tu furia.
Sin embargo mereces explicación de mi ausencia.
Mis viajes me llevaron a puntos remotos,
Donde no había nadie más que yo mismo...
Fue un viaje de expiación, donde pude limpiar mis emociones.
No podía comunicarme.
¿Te eche de menos? En los momentos de debilidad, si.
Por eso que nuestra amistad terminara fue mortalmente doloroso...
Pero lo acepto.
Brilla como siempre lo has hecho.


Sir Trystan.

Inicios de la primavera.

Mi muy querido amigo:

Tarde me di cuenta de que la carta anterior no la envié, cuenta de mi torpeza y la escasa capacidad que me queda tras recuperarme de esta herida que me dejó el embrujo en el que estaba envuelto.

Espero, desde el fondo de mi corazón marchito, que te encuentres mucho mejor que yo en estos momentos; pronto estaré óptimo nuevamente, y podré cabalgar para sentirme libre y huir del pesar que embriaga mi ser... ¿Ha habido en este tiempo algo bueno en tu trayecto? Realmente me gustaría poder leer, no, escuchar de tu boca orgullosa lo que has obrado con tus manos y tu espada. Anhelo poder verte destellar bajo el sol, aguantar la fuerza de tu cuerpo dónde me veo siempre derrotado.

Espero volver a ver tu rostro, amigo mío.

Sir Tristan.

Principios de invierno.

Querido amigo:

Cabalgué durante días antes de poder ver tu carta, por eso mi demora al contestar. Sentí alivio al leer tu letra plasmada en el pergamino, puesto que, a pesar de tu inclemencia, estás con vida, y con la fuerza suficiente para poder enviar esa carta que recibí con inmensa alegría.

La caída de la nieve me recordó a mi hogar, y el hecho de que me llamaras "salvaje" me hizo remembrar cuando llegué a ser parte de ustedes, de mi infructuoso combate dónde me dejaste con una costilla fracturada. Jamás podré ser tan fuerte, pero tengo la certeza de que ahora, al menos, soy capaz de esquivar tu espada.

El tiempo me da alivio, es maravilloso el sentirse así de tranquilo; mis emociones son muy nitidas, a pesar del embrujo que recorre mi sangre... ¿Me quedará poco de vida? Me siento óptimo, aunque a veces despierto en las noches con sofoco, asustado de no saber dónde me encuentro.

Extraño Camelot. Los extraño a ustedes. Extraño la manera con la que podía hablar contigo con más libertad sin tener el temor del castigo o reprimenda por mis palabras profanas. Quisiera volver a verte, querido amigo.

Sir Tristan.

Día 2X, otoño.

Querido Gawain:

Sinceramente, el solo saber que había tenido respuesta de ti me hizo saltar el corazón de emoción; es la primera vez que alguien, además de mi tío y mi propia madre, me manda una carta. Yo no... Esperaba respuesta de alguna de las cartas que envié, pues el tiempo es importante para todos, y considero las palabras de este servidor un gasto de éste.

He de admitir que he leído quizá cuatro o cinco veces tu carta... ¿Te has equivocado al firmar de forma intencional? No puedo imaginar una persona más digna que tú al servicio del rey, casi al grado del hombre que más admiro en esa corte... Y aunque sé que tú triunfo en el camino que sigues es evidente, aún así deseo de corazón que está misión te llene de satisfacción tras haberla concluído.

Me despido, con el alma alegre sin embargo, animado y complacido de haber leído palabras escritas de tu puño y corazón.

Sir Tristan.

Día 24. Otoño.

Querido amigo y compañero:

Me cuesta mandar una carta, no estoy acostumbrado a ello; sin embargo, creo que es una excelente manera de poder expresar lo que pienso mientras estoy envuelto en soledad... Bueno, al lado de Bel Joeor.

A veces siento que voy a perderme a mi mismo en este trayecto, a pesar de que sigo haciendo lo establecido en el camino del caballero, pero es como si esta pesadez y nostalgia no me abandonara. Mis errores del pasado, mis pecados, todos aquellos secretos que cargo conmigo... Es mi necesidad el expiarlos, el limpiar mi alma para poder ser un excelente caballero, tal como lo son todos ustedes.

Me haré fuerte, lo prometo.

Sir Tristan.