Gracias por tus buenos deseos, el camino se que será complicado pero nunca he huido de mi deber ni de las personas; con lo de una mujer, supongo que como siempre se quedará solo en la idea; nadie habita en mi corazón, la última persona que estuvo se fue y cerró la puerta.
Le mira con algo de molestia que busca luego borrar de su rostro – Algunos pueden darse el privilegio de ser quienes no son, de fingir sentimientos o conductas, por desgracia o fortuna, yo solo soy un caballero que pelea por el bien de un Rey y un Reino.
—Ahora comprendo por qué la dama por la que suspiras no te está haciendo caso. —Resopló una sonrisa que luchó por contener. —A menos que a esa mujer le gusten las armaduras, las peleas, el olor sangre...
